Los directivos de la City londinense recibirán este año 6.800 millones de libras (7.800 millones de euros) en primas, una media de 70.000 libras (80.000 euros) por persona, lo que supone casi tres veces más del salario medio de un ciudadano británico, según informó en su edición de ayer el diario «Daily Mail». El rotativo británico apunta que, pese a la presión pública en contra de las elevadas primas a los banqueros, la cantidad de dinero destinada a pagar bonos supera en 750 millones de libras (865 millones de euros) la cifra del año anterior.

Desde diferentes ámbitos económicos y sociales se han denunciado duramente estos pagos, después de que la imprudencia del sector financiero fuera una de las causas de la recesión económica que se ha extendido por todo el planeta.

Según datos del Centro de Investigaciones Económicas y de Negocios consultados por el diario inglés, las primas podrían aumentar incluso aún más en la City en los próximos dos años. En concreto, apunta que podrían alcanzar los 7.200 millones de libras (8.300 millones de euros) el año que viene y los 7.700 millones de libras (8.800 millones de euros) en 2012.

Los 6.800 millones de libras entregados en primas durante el presente ejercicio se los repartirán unos 100.000 trabajadores de la City de los sectores de la banca de inversión, los fondos de cobertura y las divisas. Entre ellos no se incluyen los trabajadores de seguros.

Récord de 2007

Aunque esta cifra es elevada, está lejos del récord que alcanzaron las primas en 2007, año en el que estalló la crisis del mercado crediticio. Entonces, los principales directivos de la banca británica recibieron bonus por un valor total de 10.200 millones de libras (11.700 millones de euros).

El secretario general del sindicato Trades Union Congress, Brendan Barber, afirmó al citado periódico que la gente normal no entiende por qué las primas son cada vez mayores en la City, cuando la economía todavía está «frágil». «Los negocios no consiguen los préstamos que necesitan, los trabajadores de los sectores públicos y privados temen perder sus puestos de trabajo, y mientras los bancos y las entidades financieras que causaron la crisis se están riendo camino de los bares de champán de la City», añadió.

Por su parte el portavoz de economía de los liberales demócratas, Lord Oakeshott, destacó en plena campaña electoral que los laboristas, año tras año, se han dedicado a atender las peticiones de los banqueros, por lo que ahora se encuentran en «bancarrota moral» para poder detener esta avaricia.