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Crisis financiera griega

Alemania anuncia duras condiciones a la petición de ayuda griega

El Gobierno griego decidió finalmente solicitar que se aplique el mecanismo de rescate acordado por los estados de la eurozona y por el FMI. La Comisión Europea anunció que los préstamos pactados, en conjunto 30.000 millones de euros, se activarán rápidamente. Sin embargo, Alemania exigió estrictas condiciones para asegurar que la ayuda es «totalmente necesaria» y Atenas ajusta aún más sus planes de ahorro.

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Después de varios meses especulando en torno a la ayuda de los países de la zona euro a Grecia para salvarla de la bancarrota y de, un día tras otro, recordar que Atenas, aún no había pedido la ayuda, el Gobierno griego decidió finalmente ayer rendirse ante la evidencia de su profunda crisis financiera y solicitó oficialmente la activación del paquete de ayuda crediticia diseñado por la eurozona.

La decisión, anunciada por el primer ministro Yorgos Papandréu, busca calmar a los mercados financieros que no se han conformado con las declaraciones de Bruselas y los responsables comunitarios sobre su respaldo a Grecia.

El Eurostat revisó el jueves al alza el déficit griego de 2009, hasta el 13,6% del PIB; la agencia Moody's puso la calificación de la deuda helena al borde del «bono basura»; en los próximos días Grecia debe desembolsar 10.000 millones de euros para hacer frente a sus obligaciones de pago de la deuda y su coste se ha disparado al 8,9%, 576 puntos de diferencia con los bonos alemanes.

Así que, ante los crecientes rumores de una posible bancarrota estatal, Papandréu no tuvo más remedio que afirmar que «nos enfrentamos a un camino difícil. Es imperativo que pidamos activar este mecanismo. Nosotros esperamos, y nuestros socios en la Unión Europea esperan, que esta decisión sea suficiente para calmar a los mercados y que así podamos seguir financiando nuestro país con una tasas de interés más bajas», dijo el primer ministro en una rueda de prensa recogida por Efe. Ese mecanismo se concretó el pasado 11 de abril en forma de préstamos bilaterales por un valor conjunto de 30.000 millones de euros al 5%, al que se sumarían de 15.000 millones del FMI a un tipo de interés menor. Ante la petición de Grecia, la Comisión Europea prometió ayer dar una respuesta rápida a la solicitud del gobierno griego para activar ya el mecanismo.

«No puedo dar una fecha», afirmó en rueda de prensa el portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj, quien dejó claro que, en cualquier caso, la respuesta será «rápida», aunque «no en cuestión de horas».

Merkel echa el freno

Sin embargo, Berlín dejó claro ayer que más que correr, arrastra los pies para acudir al rescate griego.

La canciller alemana, Angela Merkel, recalcó que el mecanismo de ayuda a Grecia sólo se activará en caso de que sea «totalmente necesario», y si la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) creen que la estabilidad del euro así lo requiere.

Pero, sobre todo, condicionó la intervención a «unas condiciones muy estrictas». Merkel pidió a Atenas que negocie con la Comisión Europea y el FMI un programa de ahorro «creíble», una exigencia que transmitió en una conversación telefónica, el primer ministro griego, Yorgos Papandréu. Además, le informó de que estas negociaciones «requerirán tiempo», sin especificar cuánto.

La canciller alemana insistió en que sólo bajo esas condiciones se puede plantear una ayuda concreta a Grecia y cuál sería su naturaleza y su alcance.

Asimismo, consideró una prioridad que el Gobierno alemán, al igual que el resto de los Ejecutivos de la eurozona, garantice la estabilidad de la moneda única. «Esto es lo más importante para nosotros, la estabilidad de nuestra moneda de cara al futuro, y eso es lo que hemos hecho siempre», añadió. Preguntada por si le ha sorprendido lo temprano que Grecia ha solicitado la ayuda, Merkel aseguró que es necesario actuar de forma «decisiva y rápida», ya que no se trata sólo de un problema griego únicamente, sino de «un problema para la estabilidad de la unión monetaria».

La ministra de Economía y Finanzas francesa, Christine Lagarde, aseguró que espera que la ayuda de su país a Grecia, por un valor máximo de 6.300 millones de euros, esté disponible entre el 9 y el 10 de mayo.

«La solicitud de ayuda de Grecia ha activado formalmente el proceso de ayuda, que es lo que los mercados esperaban ansiosamente», declaró Lagarde a la prensa en el marco de la reunión ministerial del G20 que se celebra en Washington.

También el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, afirmó que el organismo ofrecerá «rápidamente» la línea crediticia solicitada por Grecia para hacer frente a la crisis de deuda del país. «Hemos recibido la solicitud de Grecia de un acuerdo crediticio. Estamos listos para actuar con rapidez frente a esta solicitud», aseguró Strauss-Kahn.

Recordó que la institución ha estado trabajando con las autoridades griegas durante varias semanas sobre la posible asistencia técnica al país y desplazó una misión a Atenas para trabajar conjuntamente con representantes de la UE.

Conforme al acuerdo alcanzado por los socios europeos, la decisión de activar la ayuda a Grecia corresponderá a los dieciséis miembros del Eurogrupo. Deberán tomar la decisión por unanimidad, sobre la base de una evaluación que ahora tiene que preparar la Comisión Europea en coordinación con el BCE. El dictamen de la CE y el BCE «no requerirá demasiado tiempo», según Altafaj, y está destinado a determinar si el mecanismo de ayuda conjunto constituye el «último recurso» para Grecia, valorando si, efectivamente, la financiación en los mercados es ya inaccesible para el Tesoro Griego.

Aprobación en los estados

La aprobación de los créditos bilaterales por parte de los estados del euro para la provisión de los fondos sí «podría llevar más tiempo», según fuentes comunitarias, porque hay que seguir el curso legal previsto en cada país, que en algunos casos pasa por la aprobación de un decreto, como en Italia, y en otros será necesario el visto bueno de los parlamentos, como en el Estado español.

Sin embargo, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, aseguró el jueves que «no existen obstáculos mayores» por parte de los miembros de la Eurozona, pues todos comparten el análisis de la situación y se han comprometido a contribuir de manera rápida. En cualquier caso, la activación de la ayuda no significaría la entrega inmediata de los 30.000 millones, pues probablemente ésta se hará por tramos.

Por otra parte, una misión técnica de la CE, el BCE y el FMI se encuentra en Atenas desde comienzos de esta semana para negociar con el Gobierno de Yorgos Papandréu las condiciones, el desembolso y la devolución del préstamo, así como un programa de estabilización y reformas para tres años.

Altafaj no quiso precisar si la decisión del Eurogrupo tendrá que esperar a que la misión técnica CE-BCE-FMI acuerde los detalles del programa plurianual de ajuste con el Gobierno griego. Normalmente, estos procesos negociadores duran entre dos y tres semanas, pero Altafaj consideró que este periodo podría reducirse debido al avanzado estado de las conversaciones entre las partes.

un plan creíble

Aunque la Comisión Europea ya ha impuesto medidas de ahorro a Grecia, que han motivado protestas entre la población, Alemania insistió en que debe presentar un plan de ajuste «creíble» para acceder a los préstamos.

Manifestaciones de rechazo al plan en Atenas y Tesalónica

La decisión del Gobierno griego de recurrir a los préstamos de la UE y del FMI provocó reacciones de protesta con manifestaciones en Atenas y Tesalónica, convocadas por organizaciones de izquierda, según France Press. «El capitalismo debe pagar la crisis» y «FMI go home» fueron algunos de los lemas de las movilizaciones.

En Atenas, varios miles de personas se concentraron ante la universidad y marcharon luego hacia el Parlamento y a la sede de la Comisión Europea. La Policía disparó gas lacrimógeno para dispersarla.

En Tesalónica alrededor de 300 personas, según France Press, participaron en la manifestación y un cajero automático fue atacado.

La manifestación también se organizó como reacción al anuncio del primer ministro, Yorgos Papandréu, de solicitar la ayuda europea y del FMI para hacer frente a los problemas financieros del Estado griego.

Las protestas continúan así las jornadas de huelga que durante esta semana se han vivido en el sector público, el transporte y el servicio sanitario. El Gobierno griego, cuyo apoyo se ha ido reduciendo con las medidas de ajuste adoptadas hasta ahora, podría ver aún más deteriorada su situación con las medidas de austeridad suplementarias exigidas por la Comisión Europea, y sobre todo por Alemania, como contrapartida de la ayuda prometida para reducir su déficit. Hasta ahora las medidas van dirigidas, entre otras acciones, a aumentar impuestos y reducir salarios de los funcionarios y pensiones.

El jefe de la oposición de derechas, Antonis Samaras, acusó a Papandréu de desentenderse de sus responsabilidades recurriendo al FMI, cuya intervención hace temer a los griegos nuevos sacrificios.

Pero la patronal ha visto la ocasión de Grecia «de convertirse en un verdadero país europeo».

Por el contrario, el Partido Comunista Griego criticó con dureza una decisión que «va a servir a los intereses de la plutocracia griega». GARA

washington apoya

La Casa Blanca apoya la decisión de solicitar la activación del procedimiento de ayuda, según afirmó el portavoz presidencial, Robert Gibbs. quien añadió que EEUU observa atentamente la situación financiera de Grecia.

El Bundesbank alerta del riesgo de contagio de la crisis griega

El presidente del Bundesbank, Axel Weber, alertó ayer de que el «riesgo de contagio» de la crisis griega ha aumentado en las últimas semanas y de que muchos países tienen déficit presupuestarios excesivos. Aun así, añadió que «no hay problemas para el euro. Todavía es una divisa estable en los mercados financieros». GARA

bienvenida del G20

Ministros de Economía y Finanzas del G20 y altos funcionarios internacionales dieron la bienvenida a la decisión de Grecia desde su reunión en Washington, previa a la Asamblea semestral conjunta del FMI y el Banco Mundial.

barroso

El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, juzgó la decisión de Atenas como «positiva para la estabilidad de la zona euro». «La prioridad ahora es preparar el programa de ajuste sobre el que trabajan los equipos de la UE, el BCE y el FMI. Es un trabajo complejo», añadió.

 
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