Adierazi EH! reclama en Gernika sumar fuerzas por todos los derechos
La iniciativa Adierazi EH! eligió ayer Gernika, una localidad llena de simbolismo para los vascos, para emprender su campaña de socialización en la búsqueda de compromisos que doten a Euskal Herria de instrumentos colectivos eficaces para terminar con la conculcación de derechos civiles y políticos. A dos días de que se cumplan 73 años del bombardeo de la villa foral, animaron a sumar fuerzas y sensibilidades para dar al traste con esta dinámica de vulneraciones.
Agustín GOIKOETXEA
El Lizeo Antzokia de Gernika acogió ayer el segundo acto público de Adierazi EH! tras su presentación del 30 de enero en el Palacio Euskalduna. Ante una sala expectante, al igual que sucedió en la presentación del manifiesto de la iniciativa popular en Bilbo, a través de la música, las imágenes y el buen hacer de Kukubiltxo se dio un repaso a la historia de Euskal Herria en las últimas siete décadas, precisamente partiendo del bombardeo de la villa foral por los aviones de la Legión Condor, que calcinó la localidad y mató a 1.645 civiles pero no consiguió acabar con las ansias de libertad de quienes pueblan este país.
Viejas imágenes recordaron a los presentes el arduo trabajo por la recuperación de la lengua en el negro franquismo, al que se concatenó después el nacimiento de un pujante movimiento popular en favor de los presos e insumisos, antinuclear, por los derechos de las mujeres, por la igualdad de gays y lesbianas, por la euskaldunización y el fortalecimiento de un movimiento juvenil rebelde.
Tras estas imágenes, de nuevo llegó la penumbra y la persecución de las ideas y de cualquier voz disidente con el marco político y social establecido por quienes niegan los derechos básicos a Euskal Herria. El cuidado montaje teatral culminó con la subida al escenario de vecinos de Busturialdea, que incidieron en las diferentes aristas de la vulneración de derechos, acercándose a la propia experiencia.
Así, Xabier Ibazeta, de Gernika Batzordea, mencionó que como en el pasado, cuando se bombardeó la villa foral, Euskal Herria padece un nuevo bombardeo contra las ideas y las libertades, en el que está a la orden del día las prohibiciones sin rubor. Frente a este panorama, abogó como otros de los presentes por buscar soluciones, «no es tiempo de quejas».
Le siguió Onintza Enbeita que, a través de los bertsos, aportó su visión, al igual que un joven que por negarse a declarar en castellano y ejercer su derecho a expresarse en su lengua, el euskara, fue condenado por un juzgado de Bilbo. Tampoco faltó la experiencia de la gazte asanblada local, que denunció la criminalización de los movimientos juveniles asamblearios y autogestionarios como en Zalla, donde se pide una multa de 360.000 euros a unos jóvenes.
Luego llegaría la experiencia de los componentes de la comisión de fiestas de Gernika que, por boca de una de sus integrantes, recordó las imputaciones contra el concejal de Festejos, Jexus Mari Alberdi, en la Audiencia Nacional española por contener el programa de fiestas fotos de represaliados y el apoyo recibido de los vecinos.
«No nos van a callar»
Karmelo Landa rememoró las palabras repetidas una y mil veces por su madre acerca de su experiencia aquel 26 de abril de 1937, cuando desde diferentes localidades costeras vizcainas vieron cómo los aviones alemanes entraban desde la mar para descargar 50 toneladas de bombas sobre una población en día de mercado. El profesor universitario y militante independentista, imputado por su trabajo político, animó a no caer en el desasosiego, «a no callar», y trabajar para lograr que la palabra y la decisión la tengan los ciudadanos vascos. «La primavera va a llegar», auguró el vecino de Ea, que subrayó «que no nos van a callar».
La lekeitiarra Olatz Dañobeitia abogó por una juventud vasca combativa, no muda como pretenden y libre de cadenas. Gabirel Ezkurdia, con mucha ironía, fijó su mirada en el doble rasero de quienes persiguen a quienes defienden la identidad vasca y son más benévolos con personajes como Manfred Roeder, antiguo miembro de las Juventudes Hitlerianas, aunque confesó estar seguro de que el «tsunami» independentista llegará y se constituirá un Estado vasco. Por el mismo que dijo luchar el ex alcalde de Bermeo, Juan Carlos Goinetxea, que reivindicó su identidad vasca, a la que no piensa renunciar y fijó su mirada en acumular fuerzas.
Xabier Oleaga, absuelto en el proceso contra Egunkaria, transmitió un mensaje de esperanza y, lejos de querer dar lecciones, abogó por la unión para superar la situación. Maribi Ugarteburu también habló de mirar hacia delante y recordar que son perseguidos por afirmar que Euskal Herria tiene derechos.
Mañana, a las 16.30, en el cementerio de Zallo tendrá lugar el tradicional responso y ofrenda floral a los fallecidos en el bombardeo. A las 21.00, una manifestación silenciosa con velas recorrerá el centro de Gernika.