El curso está cerca de tocar a su fin y por lo tanto, es el momento de hincar codos y afrontar los exámenes finales. Por lo visto hasta el momento, y aunque hace un par de semanas las cosas tenían otro aspecto, parece que el conjunto donostiarra tiene las diversas asignaturas mejor aprendidas que su vecino y que podrá irse de vacaciones con la cartilla escolar impoluta. Mientras, los hombres de negro apurarán estas últimas semanas para «empollar» lo que le resta. El problema de los de Katsikaris es, sin embargo, que no le basta con aprobar, sino que deberá superar la criba adicional del numerus clausus para acceder al postgrado de la ACB.

El último fin de semana ha dejado en ambos alumnos resultados bien distintos en su expediente. Por un lado, los de Pablo Laso obtenían un inesperado cum laude frente a todo un Barcelona -hay quien sospecha que pudieron emplear chuletas, pero no hubo quien las cazara- y espera sacar la reválida a partir de las 12.30 en el pabellón Pisuerga ante el Valladolid de Porfi Fisac. Podría ser un buen momento para superar a los vallisoletanos, ya que hace muchas semanas que éstos no catan un triunfo. Mientras, los guipuzcoanos recuperarán a su mejor hombre, Andy Panko, aunque mantendrán hasta última hora la duda de Hopkins.

Para infundir ánimos -y quizá chivar alguna respuesta- 600 aficionados acudirán al recinto castellano, toda una «marea azul» de peñas y seguidores donostiarras en lo que puede ser el partido que certifique la salvación matemática de los de Laso. Por lo pronto, el técnico gasteiztarra recita la lección de corrido.

«El Valladolid tiene un juego basado en el poderío interior de sus pívots, que permiten sacar el talento de sus exteriores Brian Chase, Federico Van Lacke, Diego García o Isaac López. Además la entrada de Stephane Dumas, una vez superada su lesión, les ha dado mayor consistencia en el juego. Para ganarles, deberemos estar duros en defensa, haciendo una buena defensa de equipo y cuidar especialmente el rebote», dijo.

Se acabó el Erasmus

Por su parte, Bizkaia Bilbao Basket regresa de su particular Erasmus con una sensación de resaca no muy bien llevada. El inesperado tropiezo frente al Alba Berlín ha devuelto a los de Katsikaris a la cruda realidad de las lecciones, los trabajos a entregar y los exámenes generales.

Además, el temario con el que deberá lidiar al cuadro bilbaino no va a ser nada sencillo: todo un DKV Joventut que aunque de un tiempo a esta parte ha pasado de «coco» a «maría», tiene aún preguntas trampa por resolver, sobre todo si los hombres de negro no andan aplicados en la defensa. Así lo avisa el profesor Katsikaris, que enfatiza que el duelo de las 12.30 del Palau Olímpic es, sin duda, la prueba de acceso definitiva a la universidad.

«Es el partido más importante de la temporada, clave de cara a nuestras oportunidades para alcanzar el play off. De no lograr la victoria, nuestras opciones serán muy limitadas; es obligatorio ganar y todos debemos hacer un último esfuerzo para acabar bien una temporada con muchos problemas».

Javi Rodríguez tampoco jugará en Badalona y Katsikaris deberá ejercer de «alquimista» con sus bases, alternando a Salgado, Blus e incluso Seibutis.