Accidentado partido del Manomanista
Aimar se rompe y pone en jaque parte del campeonato
Una lesión de Olaizola II, seguramente ligamentos, otorga a Ruiz muchas opciones de pasar a semifinales.
OLAIZOLA II 5
PATXI RUIZ 8
Koldo AKORDARREMENTERIA
Habían pasado 18 minutos, y el partido discurría por un apasionante 5-8. Pero entonces, un chasquido transformó el estridente jolgorio en sepulcral silencio: «Me he jodido, me he jodido». Eran las crudas palabras de un Aimar Olaizola que se dirigía a su rival desde el suelo revolcándose de dolor mientras se agarraba con fuerzas la rodilla derecha.
Saltaron las alarmas, y en pocos segundos eran cuatro las personas que se apresuraban a atender al dolorido goizuetarra. Le costó levantarse, pero encontró dos hombros que le guiaron a vestuarios. La escena del pelotari que padece un dolor y acude a las duchas es bien repetida. Por ello, la gente confiaba en la posible vuelta de Aimar por la puerta de toriles. Pero no hubo retorno. Las escenas repetidas en televisión no ofertaban grandes esperanzas al respecto. Fue el triste fin de un partido con grandes expectativas.
El duelo comenzó con las espadas en todo lo alto, y con dos pelotaris que tuvieron que dar lo mejor de sí para sumar tantos. Patxi Ruiz corroboró con su juego la amenaza que lanzó tras su primera victoria en la previa ante Begino, y en la que decía que «sin presión, puedo dar más de un susto». Así, el de Lizarra dio continuación al buen hacer de aquel partido, acertando con la tecla de buscar las cosquillas a Olaizola.
El goizuetarra no perdió la delantera del corto encuentro en los instantes iniciales. Trató de buscar pared y forzar el fallo del zaguero quien, a pesar de mostrar una rocosa defensa, erró dos pelotas pegadas a la pared.
Entonces llegaron los mejores minutos de Patxi Ruiz. Golpeó con virulencia todas las pelotas, y finalizó con precisión de relojería cuatro tantos preciosos.
Y entonces, cuando el mercurio ambiental comenzaba a rozar máximos históricos, llegó el fatídico momento. Ruiz sacó a media cancha, Olaizola respondió sin demasiados problemas, aunque sin arrimar la pelota.
El goizuetarra corrió hacia el frontis, pero a media distancia decidió redireccionar el destino de sus pasos hacia el txoko. Rectificó del ancho a la pared, pero el giro fue letal para su rodilla. Cayó al suelo, entró en vestuarios, y la espera se alargó. Los rumores se hicieron dueños del frontón.
El orgullo de Aimar le obligaba a salir, pero los médicos y fisioterapeutas que le rodeaban desaconsejaban la idea de la vuelta. «Es la misma rodilla en la que se lesionó el ligamento en el partido que sirvió como despedida de Jokin Errasti», decía el doctor Txema Urrutia. No se podía saber más; «es que hay tejido de por medio, y no podemos saber lo que hay detrás. Puede ser lesión de menisco, o de ligamentos. No lo podemos saber hasta que se le haga una resonancia», comentaba.
«Ha sido increíble el dolor»
Aimar Olaizola no quiso esperar más, y junto al equipo médico de Asegarce, se fue hasta la clínica Médicis de la capital navarra. A pesar de que mañana se dará más información, allí mismo se comenzaron a confirmar las peores predicciones.
«Parece que es tema de ligamentos. Ha sido increíble el dolor. Ha sido cuando iba a contra pie y ya sabía que iba a ser serio», decía cabizbajo el goizuetarra a la salida de la clínica. Sobre las posibilidades de sustitución, y a falta de más detalles, todas las miradas apuntan a Aritz Begino.
Sin embargo, esto sigue, y apelando al aspecto deportivo, a nadie se le escapa que con un resultado tan abultado, Patxi Ruiz ha dado un gran paso hacia unas ambiciosas aspiraciones.
El de Lizarra, en cambio, no se mostraba satisfecho: «A nadie le gusta ganar así, y espero que no sea nada serio lo que tiene. Aunque bueno, seguimos aquí y ahora hay que volver a luchar en los siguientes partidos, que serán muy complicados», sentenció con rostro serio.
Hoy se disputa el otro partido de esta primera jornada del Grupo B, con uno de los partidos que más expectación ha creado. Y es que, en el Astelena eibartarra (ETB, 18.10) se verán las caras Gonzalez y Xala, dos de los campeones en los últimos campeonatos disputados.
La segunda jornada de la liguilla de cuartos de final en el Campeonato Manomanista de Segunda en el Grupo A ha servido para que el filtro haya hecho su primera criba, y ya se haya definido el destino de dos pelotaris. Y es que, tras las jornada del viernes, Julen Retegi selló su pase matemáticamente a la siguiente fase, mientras que la derrota de Oier Mendizabal le elimina de cualquier posibilidad para poder obtener dicho billete.
Con el reciente comunicado de la LEP.M en mente, en el que se confirmaba que «a partir de la siguiente edición del Campeonato Manomanista de la LEP.M de primera categoría se garantiza la participación del pelotari que resulte vigente campeón del último campeonato de segunda categoría disputado», Julen Retegi venció el viernes por 17-22 a Leitza en Lizarra, confirmando un gran estado de forma, y mostrando de nuevo sus opciones reales en esta competición.
Por su parte, la derrota de Oier Mendizabal ante Beroiz por 18-22 le condena a quedar apartado de cualquier opción clasificatoria hacia las semifinales. Con todo, la última jornada estará marcada por una gran desigualdad entre lo que se juegue en uno y otro partido. Mientras que Retegi y Mendizabal no se jugarán nada más que el orgullo, o la opción de completar un exigente entrenamiento, en el otro duelo, Mikel Beroiz e Iñigo Leitza se jugarán el nada despreciable premio de lograr el pase a las semifinales del torneo.
El Grupo B celebrará su segundo partido el próximo fin de semana. Por un lado se enfrentarán los vencedores de la primera jornada, Iker Arretxe y Aritz Lasa, y por otro los perdedores, los vizcainos Asier Berasaluze y Mikel Urrutikoetxea.