Una marcha entre Arrasate y Aramaio exige paralizar el TAV y respetar la naturaleza
Conocer in situ las afecciones que está provocando el proyecto del TAV entre Arrasate y Aramaio. Ése fue el objetivo de la marcha celebrada ayer que reivindicó una actitud más respetuosa con la naturaleza y la tierra.
GARA | ARRASATE
Con motivo de la celebración esta semana del Día de la Tierra, una marcha recorrió ayer la distancia que une Arrasate con Aramaio. Bajo el lema «la tierra es el futuro de los pueblos, ¡no al TAV!», el objetivo de la iniciativa era conocer de primera mano los «grandísimos impactos ecológicos, sociales y medioambientales» que el TAV está provocando entre dichas localidades vascas.
AHT Gelditu! Elkarlana quiso incidir en que «la sociedad occidental hace tiempo que dio la espalda a la naturaleza y la tierra», sobre todo, en los últimos tiempos, cuando se ha impuesto «una visión especulativa-economicista extrema».
Recordó que Euskal Herria, por su geografía montañosa densamente poblada y por ser paso a Europa, «ha sufrido especialmente las consecuencias destructivas de ese modelo».
«Desgraciadamente, la actual clase política, tecnográfica y empresarial capitalista, inundando los media con expresiones huecas y venenosas como `desarrollo sostenible', están acometiendo la mayor destrucción de tierras jamás planteada en Euskal Herria», censuraron los participantes, al tiempo que citaron como ejemplos de esa tendencia el TAV o el Superpuerto de Pasaia. «Las personas participantes en este paseo montañero hemos podido ser testigos directos de los graves e irreversibles daños producidos al medio natural por las obras de construcción del TAV», recordaron.
Atendiendo a lo observado hasta ahora en Debagoiena, afirmaron que la destrucción que supondrá este proyecto supera con creces los datos ofrecidos por las administraciones, porque estos no contemplan la amplificación de las obras auxiliares y centrales, los derrumbes de laderas, los consiguientes nuevos vertederos y similares». Además, aseguraron que otras muchas tierras agrícolas y bosques quedarán aisladas y alejadas, impidiendo o dificultando los trabajos de cuidado y gestión de los mismos».
Metropolización del territorio
Asimismo, AHT Gelditu! Elkarlana quiso subrayar que «la metropolización del territorio» supone «la tendencia más perniciosa» que conlleva esta política: «Es sabido que las concentraciones humanas, cuanto más grandes son, mayores son sus demandas de tierras y demás recursos y, por ende, los residuos generados». A su entender, el proyecto del TAV empuja esas tendencias «hasta el extremo», ahondando en los desequilibrios territoriales e impulsando la metropolización de las grandes ciudades.
Por todo ello, hizo un llamamiento a todos los grupos y personas a dar un «no rotundo» al proyecto y a luchar contra él. Además, exigió a la clase política la paralización de estas obras y luchar con encono hasta el abandono de «este proyecto destructor de la tierra y despilfarrador del dinero público».