La declaración presentada por cerca de 200 miembros significativos de la izquierda abertzale el sábado en Iruñea no dejó indiferente a ningún partido político. Prácticamente todos la valoraron ayer, bien en actos pre- vistos previamente o convocando a los medios para hacer declaraciones al respecto, después de que el texto obtuviera ayer un amplio eco en los diarios, sobre todo por su apelación a ETA y al Gobierno español a responder de modo constructivo a la Declaración de Bruselas.

Entre todas las voces había una especialmente satisfecha. Era la de Pello Urizar, secretario general de EA, que saludó que «poco a poco se va aclarando la situación», tanto por parte de la izquierda abertzale como de otros agentes políticos. Durante el acto de agradecimiento de los imputados de ``Egunkaria'' celebrado en Bilbo, Urizar abogó por que en los próximos tiempos «las apuestas claras vayan dejándose aún más claras, porque entendemos que todavía hay algunos agentes que están pendientes de hacer su posicionamiento público de la situación».

Urizar tiene claro que se van produciendo avances: «No es la misma situación en octubre de 2009 a la que tenemos ahora y esperemos que tampoco sea la misma situación dentro de un año, en 2011», dijo. Según aseguró, EA «ayudará para que la situación mejore y, en la misma línea que nosotros hicimos la apuesta en noviembre de 2009 de crear un espacio soberanista, empujaremos para que eso sea una realidad». Se mostró reacio, por contra, a hablar de perspectivas electorales, dado que considera que es imposible saber cuál será la situación en mayo próximo y también porque recalca que la apuesta política de fondo es a largo plazo.

Desde el PNV, su presidente, Iñigo Urkullu, admitió novedades positivas, pero se mostró exigente con los tiempos. Argumentó, además, que en realidad la izquierda abertzale sólo se subiría «al tren de la normalización» que cree que está en marcha hace tiempo en Euskal He- rria. Además de declaraciones como la de Iruñea, opinó que «es necesario que dé los pasos suficientes para vivir solamente en el ejercicio de la política». «Y saben que lo tienen que hacer ellos solos», recalcó en la línea del discurso patentado hace semanas por el PSOE.

En términos similares se expresó el dirigente del PNV en Gipuzkoa Joseba Egibar durante un acto del partido en Pasaia. Criticó también que la izquierda abertzale «crea que el pueblo puede esperar» y que «debe adaptarse a sus ritmos», aunque saludó la apuesta de la izquierda abertzale, cuya credibilidad destacó la pasada semana.

Xabier Arzalluz, ex presidente del PNV, también estuvo en el acto de ``Egunkaria'' y afirmó que tiene contactos con miembros de la izquierda abertzale y que le transmiten «noticias muy satisfactorias, de que eso va bien y creen que va a salir», aunque se mostró algo escéptico sobre ETA.

Desde una formación cercana como Hamaikabat también incidieron en meter prisa. En una nota, el nuevo partido admitió que «valora positivamente el texto» de Iruñea, sobre todo por contener «expresiones clarificadoras que permiten vislumbrar que la izquierda abertzale se apresta a asumir los deseos de paz y normalización de la sociedad vasca». Sin embargo, al mismo tiempo lo calificó de «insuficiente» y criticó que la socie- dad está «aburrida» por «la lentitud de la izquierda abertzale».

Algo similar hizo Mikel Arana, coordinador de Ezker Batua. Lamentó que la izquierda abertzale no haya exigido a ETA que desaparezca, pero añadió que «no tenemos que minusvalorar este importante paso».

Ya el sábado, Alternatiba -formación desgajada de EB el pasado año- consideró «positivo el nuevo paso». Oskar Matute afirmó en una nota que «declaraciones así no nos alejan más de la paz, sino todo lo contrario». Deseó que ETA «haga caso al llamamiento» y que el PSOE y el PP «no sigan instalados en su inmovilismo y sus leyes coartadoras de la libertad, negando la evidencia de que es el momento de lograr una paz justa y duradera para nuestro pueblo».

PSOE y PP

Desde el Gobierno de Lakua, su portavoz, Idoia Mendia, intentó centrar la cuestión en las formas de la declaración presentada en Iruñea. «Sorprende que no se atrevan ellos mismos a formular la pregunta a ETA», opinó, obviando el resto de apelaciones de la izquierda abertzale, «ya que debería ser la izquierda abertzale quien le pidiera a ETA que deje la violencia de una vez y para siempre, si realmente es lo que ellos están diciendo en el fondo».

Mendia criticó que los independentistas «tengan que utilizar a un tercero como excusa», en alusión a los líderes internacionales firmantes de la Declaración de Bruselas, y les instó a «atreverse a dar el paso».

El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, fue más lejos. Además del manido argumento de que «no dice lo que esperábamos oír» con el que el PSOE despacha todos los posicionamientos llegados de la izquierda abertzale, Pastor consideró que la declaración responde a «mera estrategia política».

En ello coincidió con los representantes del PP, para quienes el único objetivo de estas iniciativas es tratar de estar en las elecciones de 2011 y forzar una nueva negociación. Por ese motivo, tanto Leopoldo Barreda en Bilbo como Dolores de Cospedal en Toledo instaron a estar muy alerta.

La número dos del partido de Mariano Rajoy hizo hincapié en que «siempre que estamos cerca de unas elecciones municipales» aparece alguien «cercano a la organización terrorista ETA hablando de posibles vías o alternativas para parecer menos malos, entre comillas, y poderse presentar a las elecciones».

Desde otros sectores ajenos a los partidos, por contra, se destaca que la iniciativa de la izquierda abertzale va mucho más allá de las urnas. Es el caso de Lokarri, que en una primera valoración consideró la comparecencia de Iruñea como «un paso importante en la apuesta de este sector político por las vías exclusivamente políticas y democráticas». Para este organismo, el texto «puede ser un importante impulso para que un nuevo proceso de paz sea factible e irreversible».