Siempre hay alguna manera de escapar al agobio general, si se insiste y persevera, se puede encontrar alguna manera, aunque sea remota, de crearse una programación televisiva a la medida de cada circunstancia y momento sentimental. Otra posibilidad que la mayoritaria es factible. Los fines de semana son complicados porque los programadores buscan lo efectivo, lo que menos complique el organigrama y las horas extras. Los directos son pocos, tendenciosos, ociosos, deportivos. El ruido molesta. En ETB-1 cantaban los coros mixtos de localidades en concurso, bailaban, reproducían una idea de televisión comunal, de fiesta colegial, populista, y en esa rebaja de intenciones logran alcanzar una mayor presencia, una justificación de su propia existencia.

Muchas veces nos queda La 2 como única tabla de salvación. Dos documentales nos dejan un tanto tocados: uno sobre asesinos en serie, algo muy estructurado, de un calado especial porque vemos hablar a los protagonistas contando con un tono, un vocabulario, una actitud, una objetividad sobre sus propias vidas, los antecedentes familiares, los sufrimientos padecidos en la infancia y juventud, y cómo asumen sus crímenes con una distancia que no consideraría yo como enfermiza, sino como ejemplar en el sentido de que al reconocer sus actos se culpabilizan con la misma seriedad o emoción que si confesaran que han aparcado mal el coche. Insisto en la inquietud despertada, en ver a esos hombres condenados a largas penas hablando de su vida anterior con una solvencia léxica por encima de la media. Es una serie documental que atenderemos para procurar saber algo más de lo que estamos hechos los seres humanos.

El otro documental era más paradójico, porque se trataba de ver la inauguración de una especie de depósito cavado en la tierra nevada colocado cerca del Polo Norte en donde se están depositando cientos miles de semillas para que dentro de unos cuantos años no se haya perdido la biodiversidad en la Tierra. Lo cierto es que se puede tomar este acto como una postura estética o como alarma seria para que defendamos la agricultura de cercanía que respete el entorno. Otra manera de entender la vida.