Alexander Vinokourov y Alberto Contador fueron los dos triunfadores de la Lieja-Bastogne-Lieja. El kazajo repitió el triunfo logrado en el 2005 en la clásica decana del calendario ciclista y logró su éxito más importante desde su reaparición del final de la pasada campaña tras cumplir dos años de sanción por su positivo en el Tour del 2007. El madrileño trabajó para el alma espiritual de Astana y se ganó su apoyo incondicional para el mes de julio.

Desde que en el pasado Tour se consumó la ruptura de Bruyneel y Armstrong con Contador y los kazajos, el madrileño se resistió a quedarse en Astana porque temía que con Vinokourov se repitiera lo vivido con el tejano. El alma espiritual del ciclismo kazajo se ha empeñado en intentar ganarse la confianza del madrileño con la garantía de que va a trabajar para él en el Tour y para ello ha buscado un calendario alternativo para poder buscar victorias donde no las disputaba el madrileño.

Por vez primera los dos tomaban la salida en Lieja como jefes de filas y con el abrazo y sus declaraciones posteriores pusieron imagen y audio a la alianza entre los dos gallos del corral del Astana. Vinokourov se mostró emocionado y destacó el trabajo de su equipo, sobre todo de Contador, y éste dijo que «tengo un gran sabor de boca. Ha sido impresionante, estoy contentísimo de que haya ganado Vino, es como si hubiera ganado yo».

El contraataque de los Alexander

Vinokourov forjó su triunfo en un ataque con otro Alexander, Kolobnev, tras la bajada de la Cote de Roche aux Faucons, situada a 30 kilómetros de meta y en la que atacó como el año pasado Andy Schleck, al que sólo pudo aguantar un gran Gilbert.

Luego se les unieron Cunego, Fedrigo, Contador, Antón y Valverde, pero no consiguieron distanciar a los demás y en el momento en que el primer grupo les cogía atacaron los dos Alexander. Después saltaron tras ellos Gilbert y Valverde, a los que luego se unió Evans, pero los tres fueron incapaces de enlazar con el dúo delantero.

Por detrás, Andy Schleck volvió a intentarlo en la última subida de la Cota de Saint Nicolás, en la que Contador y Antón fueron los únicos que pudieron seguir al campeón luxemburgués para pelear por una plaza de honor en la llegada a Lieja.

El séptimo puesto que consiguió Igor Antón fue un buen premio a otra gran carrera del corredor vizcaino, que estuvo en todo momento con los mejores y tuvo la mala suerte de que la Lieja no se decidió en una subida como en otras ocasiones.

Junto a Igor Antón tuvo un papel destacado Alan Pérez, que entró en la fuga de la jornada junto a Veikkanen (FDJ), Devenyns (Quick), Terpstra (Milram), Finetto (Liquigas), De Gendt (Topsport), Bouet (AG2R) y Bellemakers (Landbouwkrediet). Llegaron a tener ocho minutos y fueron atrapados en La Redoute a 50 de meta. Allí Egoi Martínez se dejó ver en los primeros puestos del grupo antes de trabajar junto a Juanjo Oroz e Iñaki isasi en beneficio de un Igor Antón que intentará exprimir su gran momento de forma actual en el Tour de Romandía que comienza mañana.