La mayoría sindical del sector educativo en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa vive con «total desacuerdo y profunda preocupación» las iniciativas que pretende implantar la consejera de Educación de Lakua, Isabel Celaá, entre las que destaca el nuevo decreto de currículum, el marco trilingüe de enseñanza o el llamado «Plan de convivencia democrática y deslegitimación de la violencia».

Los sindicatos ELA, LAB y STEE-EILAS, que agrupan a cerca del 80% del sector, consideran que tras todos estos propósitos se esconde «el intento de difuminar el euskara y Euskal Herria; la utilización política de la situación y el sufrimiento que padecemos, y la uniformación de España». O, dicho en otras palabras, «el proyecto ideológico del pacto PP-PSOE».

En este sentido, advirtieron de que estas formaciones «desestiman y desprecian la voluntad de la mayoría de este pueblo, en nombre de la pluralidad, la cohesión y la igualdad».

El manifiesto suscrito por los tres sindicatos vascos, y que lleva el título ``Euskal Herriak behar duen hezkuntzaren alde. Hezkuntzaren erabilera partidistarik ez!'', fue presentado ayer en una masiva comparecencia que tuvo lugar en Donostia. Allí denunciaron tanto el procedimiento como el contenido de dichas iniciativas. Anticiparon que este escrito es el primer paso en su esfuerzo «por vertebrar una respuesta acorde a estos ataques», dinámica en la que no descartan realizar movilizaciones.

En el manifiesto, las centrales muestran su indignación ante la nula relación existente con la Consejería de Educación de Lakua, tanto hacia estos sindicatos como hacia la mayoría de los agentes educativos. Por ello, no dudan en denunciar que todas estas iniciativas «se pretenden poner en marcha desde la imposición».

Los tres sindicatos censuran que con el «Plan de convivencia democrática y deslegitimación de la violencia», que tildan de «inadmisible», Lakua pretenda llevar a las aulas «la utilización político-partidista del sufrimiento que padecemos» y que se haga tomando en consideración sólo «el dolor de una parte». Además de percibir «un enfoque parcial y restrictivo y un propósito político claro», aseguraron que el plan carece de cualquier criterio pedagógico.

Apuesta por «curar heridas»

El medio centenar de profesores que arroparon a Xabier Irastorza (ELA), Jon Urrusolo (LAB) y Belén Arrondo (STEE-EILAS) -que hicieron de portavoces- se mostraron molestos ante las voces que han cuestionado el trabajo de los educadores en materia de convivencia y derechos humanos.

Tras advertir de que llevan una larga trayectoria educando a las nuevas generaciones en esta materia, apostaron por fomentar «la reconstrucción de la convivencia y la reconciliación de toda una sociedad que sufre, superando las razones y orígenes del sufrimiento e intentando curar las heridas abiertas».

Debido a la complejidad de la situación, insistieron en la necesidad de desarrollar una reflexión «mucho más amplia» antes de presentar una iniciativa de esta índole.

La situación del euskara es otro de los temas que les alarma, y es que cabe recordar que la propuesta de Lakua se limita a señalar el número de horas de cumplimiento obligatorio que se dedicará a cada lengua; sólo son cinco a la semana en Primaria y una más en Secundaria. Urrusolo alertó en la comparecencia de que esta propuesta «da la espalda» a los criterios pedagógicos y sociolingüísticos que deben ser aplicados en situaciones diglósicas como la que existe en Euskal Herria.

El manifiesto también hace referencia al «intento de anular nuestra personalidad y la realidad histórica, cultural y social de Euskal Herria», en alusión a limitación del término Euskal Herria, que, según censuran, «copia el modelo navarro».

Objetivo, vertebrar la respuesta

En el escrito presentado ayer, las tres centrales vascas hacen un llamamiento a los trabajadores del mundo de la cultura o del ámbito del euskara. También a quienes están comprometidos con los derechos humanos y, de manera especial, a los colectivos que conforman la comunidad educativa, para que reflexionen sobre estos ataques y desarrollen las respuestas que consideren oportunas. Arrondo adelantó que con este manifiesto como herramienta intentarán entablar relaciones con los citados agentes.

Asimismo, los representantes sindicales se comprometieron ante los medios a «ofrecer toda la cobertura» a su alcance y a «hacer el esfuerzo necesario para vertebrar en adelante una respuesta acorde».