El ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinu, urgió ayer a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) a activar la ayuda para Grecia por el creciente coste de su deuda, cuyo interés ha llegado al 10%. «Hacia el 19 de mayo, todas las gestiones deben de haber concluido debido a la debilidad de Grecia para acceder a los mercados» internacionales, dijo el responsable de Finanzas ante los parlamentarios del gubernamental PASOK.

Papaconstantinu insistió, en este sentido, que esa fecha es «crucial», ya que vence un bono de diez años del Estado griego de 9.000 millones de euros y sostuvo que para ese día «deben haber concluido las gestiones, y debemos haber empezado a cobrar las cantidades de crédito tanto de parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) como de los socios europeos».

Y es que la situación financiera de Grecia no hace sino empeorar cada día que pasa. Ayer, el diferencial del bono griego a diez años en relación al alemán se disparó hasta los 718 puntos, marcando un nuevo récord desde la creación del euro.

Siguen las condiciones

Las instituciones europeas, sin embargo, insisten en poner condiciones cada vez más severas antes de dar luz verde a las ayudas prometidas hace semanas. Ayer, El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), el griego Lucas Papademos, exigió a Grecia que concrete nuevas medidas de ajuste y reformas estructurales para corregir sus desequilibrios fiscales y recuperar la competitividad antes de que se active el plan de rescate, por valor de 45.000 millones de euros. Papademos dijo confiar en que las medidas que negocian las autoridades griegas con la Comisión, el BCE y el FMI estén listas a principios de mayo.

De momento, los gobiernos de la zona euro están preparando la celebración de una cumbre extraordinaria en Bruselas sobre la ayuda a Grecia en mayo, probablemente el día 10, según informaron a Efe fuentes de la presidencia de turno. Un día antes, el 9 de mayo, se habrán celebrado las elecciones en el estado federal alemán de Renania del Norte-Westfalia, que han impedido que la canciller alemana, Angela Merkel, diera luz verde a la asistencia griega por ser ésta una medida impopular.

En este contexto, el Banco de Grecia advirtió ayer de que la deuda pública del país heleno crecerá del actual 115 hasta el 130% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2014, fecha en la que, según sus previsiones, el endeudamiento comenzará a estabilizarse. En un informe del que informó en Atenas, el banco emisor revisa también a la baja el crecimiento económico del país en 2010 y prevé que el PIB se contraiga el 2%, la misma cifra que en 2009.

En general, las previsiones del informe son negativas. Respecto a la deuda, el principal factor de presión a la economía helena, reconoce que pese a que otros países también tienen altas cifras de déficit y deuda, «son capaces de financiar sus déficit principalmente con el ahorro interno». En el caso de Grecia, sin embargo, la tasa de ahorro apenas supone un 5% del PIB, de modo que la deuda pública «no puede ser financiada con recursos propios».