CRíTICA cine
«Fantástico Sr. Fox»
Koldo LANDALUZE
Mucho se esperaba de este proyecto que unía a dos autores muy peculiares en sus respectivas facetas creativas. Por un lado, el escritor Roald Dahl fue uno de los autores más personales de la literatura infantil con obras que, como en el caso de “Matilda” o “Charlie y la fábrica de chocolate”, tratan a los pequeños lectores como lo que son, seres inteligentes. Por otro lado, Wes Anderson es un autor que película a película ha ido elaborando un universo propio que coquetea con los universos imprevisibles del surrealismo. Películas como “Los Tenenbaums” o su magistral “The Life Acuatic” dejaron bien a las claras que este cineasta se desenvuelve con soltura entre diálogos, situaciones y personajes disparatados.
En “Fantástico Sr. Fox” también se encuentran algunas constantes de ese humor ácido y vitriólico que utiliza Anderson pero, en esta ocasión, lo que impera es un estilo mucho más accesible para el común de los espectadores. La principal ‘rareza’ de este filme de animación radica en la elección de un estilo creativo casi artesanal para dotar de movimiento y emociones a los protagonistas. Al igual que hiciera Henry Selick en la genial “James y el melocotón gigante” –cuya trama también está basada en un cuento de Roald Dahl–, la técnica del stop-motion vuelve a dotar de encanto y magia a un universo de muñecos y escenarios de cartón-piedra en el que se relata la inusual aventura de un zorro que, cansado de su rutina doméstica y familiar, decide dar rienda libre a su ya olvidado instinto animal y fija su objetivo en las granjas colindantes, lo cual provocará que los humanos decidan acabar con esta amenaza. Tal y como suele ser habitual en las obras de Dahl, lo importante es el trasfondo, la doble lectura que se intuye en un relato que Anderson capta con brillantez y precisión pero que lo ha resuelto mediante un tono excesivamente pausado, a ratos monocorde. Anderson ha sacrificado sus excesos para crear una obra entretenida, divertida y, sobre todo, muy respetuosa con el espíritu del original literario.
