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Haciendo historia en el alpinismo

¿Se ha acabado el circo de la carrera femenina por los 14 ochomiles?

La carga de acusaciones que la coreana Oh Eun-Sun lleva en su mochila es un lastre que difícilmente podrá quitarse de encima. La comunidad occidental no ha tomado de buen agrado la noticia de que «Miss Oh» haya sido la primera mujer en hollar los 14 ochomiles.

Andoni ARABAOLAZA

La verdad es que la pregunta tiene difícil respuesta. Miss Ho ha sido la primera, pero todavía tiene que superar otra “cumbre” complicada; la del visto bueno o no de “su” Kangchenjunga del año pasado ante la notaria de las ascensiones a los ochomiles, Elizabeth Hawley. ¿Holló o no la cumbre? Esa misma pregunta le ha trasladado GARA a Miss Hawley, y ésta es su respuesta literal: «Reconozco que la cumbre de Miss Oh al Kangchenjunga es objeto de controversia o disputa. Conocí hace pocos días a Edurne, y me dijo que tiene razones claras para dudar de dicha cumbre. Planeo reunirme con Miss Oh una vez que baje del Annapurna. Por el momento, me parece que la cumbre que reclama Miss Oh debe ser asignada como disputa».

La versión de Miss Oh contra la de Miss Hawley. En pocas palabras, la mercantilización del ochomilismo ha recobrado más fuerza que nunca. Son muchos los alpinistas, no todos, quienes aseveran que este tipo de ochomilismo tiene más de fútbol que de otra cosa: que si no ha jugado limpio, que no ha respetado las reglas del juego... El circo de la carrera femenina de los 14 ochomiles y, por ende, el circo mediático han desvirtuado del todo la esencia del montañismo. No hay jueces ni árbitros, sólo «romanticismos». Entonces, ¿a qué estamos jugando? Lo que sí está claro es que la comunidad occidental no ha llevado nada bien la aparición y la posterior consecución de los 14 grandes por parte de la coreana. Ha sido objeto de duras puñaladas, y sus cicatrices todavía siguen abiertas. Que el estilo que utiliza no es nada ético, que usó oxígeno artificial en la ascensión al Kangchenjunga, que supuestamente no ha subido a una o más cumbres de los 14 ochomiles... Hasta cierto punto algunas acusaciones son válidas, como la del estilo. Pero, ¿no es verdad que un gran porcentaje de expediciones llevan (casi) el mismo sello? Por otro lado, quedó muy claro que la alpinista coreana no utilizó oxígeno artificial en el Kangchenjunga. Y sobre las dudas de algunas cumbres... pues, lo antes dicho: la palabra de una contra la de otra. No estamos ante una carrera sobre la calidad, sino sobre la cantidad. Si sólo nos ceñimos a la calidad, pues apaga y vámonos. Lo dice la propia Miss Oh: «Me gustan las expediciones valientes, mientras la valentía no sea temeridad. Yo escalo ligera por una ruta que me encaja».

Trayectoria meteórica. A diferencia de Go Min-Sun (coreana que murió el año pasado en el Nanga Parbat), Miss Oh era hasta hace 2 ó 3 años, no más, una auténtica desconocida. Hizo su primer ochomil, el Gasherbrum II, en 1997, y es en 2007 (cumbre del K2) cuando se decidió por la carrera de los catorce. Gerlinde Kaltenbrunner y Edurne Pasaban tenían 9, y la coreana 5. Pero en los dos últimos años, Miss Oh se “comió” 8 de los grandes, mientras que Pasaban sumaba 3 y Kaltenbrunner 2. El resultado ya lo saben: Oh Eun-Sun ha sido la primera. Una vez conseguido el Annapurna, el patrocinador de la coreana ha lanzado un duro comunicado en el que defiende a su alpinista y critica la actitud «calculada y astuta» de la tolosarra. «Los ascensos y descensos han sido correctos», añade el patrocinador. Visto lo visto, la pregunta sigue vigente: ¿se ha acabado el circo de la carrera femenina por los catorce?

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