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MONTAÑISMO Problemas en el descenso del Annapurna

Tercera noche a más de 7.000 metros para la expedición de Oiarzabal

Su compañero Tolo Calafat, que sufre un posible edema cerebral, se perdió y está a la intemperie.

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Imanol INTZIARTE

Muy preocupantes las últimas noticias que llegaron ayer desde las laderas del Annapurna. Juanito Oiarzabal, Carlos Pauner y Horia Colibasanu se disponían a pasar su tercera noche consecutiva en el campo IV, a unos 7.100 metros de altitud.

Peor era la situación de su compañero Tolo Calafat. El mallorquín, con un posible edema cerebral, pasó la noche del martes al miércoles a la intemperie a unos 7.500 metros de altitud, acompañado de un sherpa. Y muy posiblemente también esta pasada noche, en esta ocasión solo. La esperanza de rescate pasaba por la llegada de un helicóptero que le saque de allí a primera hora de hoy (la pasada madrugada en Euskal Herria).

Por mantener el orden cronológico, hay que recordar que Oiarzabal, Pauner y Calafat coronaron la cima del Annapurna el martes por la tarde. En el descenso hacia el campo IV se les echó la noche encima. Los dos primeros lograron arribar a las tiendas, Tolo Calafat no. Allí estaba el grupo coreano comandado por Oh Eun-Sun y también Colibasanu, que había ascendido en solitario. El rumano estaba en el Annapurna para homenajear a Iñaki Otxoa de Olza, muerto en sus brazos hace dos años en esta misma montaña.

El propio Oiarzabal explicaba la situación por teléfono satélite tanto en Radio Euskadi como en la Cadena Ser: «Está a 7.500 metros. Lleva un teléfono y no hace nada más que llamarnos desesperadamente para decirnos que por favor, que por sus hijos, por su familia, subamos a ayudarle. Son momentos muy dramáticos. Estamos cansados, dándole muchas vueltas. Esta noche la ha pasado a la intemperie. Hemos mandado un sherpa para arriba que no sé si podrá contactar con él».

Conversación con su esposa

Pere Joan March, amigo y compañero de escalada de Calafat, indicaba más tarde a Efe que a las 17.00 hora española -las 21.00 en el Annapurna- el mallorquín telefoneó a su esposa «con aplomo» pero «muy poca voz», y que les indicó que el sherpa -que llevaba una botella de oxígeno medio llena, comida, un saco de dormir y una tienda- no le había encontrado.

Respecto a las posibilidades de que el balear bajase por su propio pie, Oiarzabal era taxativo: «Daos cuenta de que no se puede ni menear, tiene un edema cerebral o pulmonar. Estamos viendo que ya se le ha ido la olla, que no reacciona... joder, que se perdió... ¿Cómo te puedes perder ahí arriba, con el sherpa? Yo me encuentro bien, fenomenal, Carlos también. Pero cuando tienes a una persona que llega a la cumbre bajo mínimos... de una vez por todas, la gente se tiene que dar cuenta de que se tiene que dar la vuelta».

Sin embargo, tras la conversación de Calafat con su esposa, Pere Joan March prefirió no dar por seguro el diagnóstico.

Para hoy también está previsto que suba desde el campo base hasta el campo IV -tras haber hecho cima el mismo martes y haber descendido rápidamente- el asturiano Jorge Egocheaga, que es médico. El rumano Colibasanu se encuentra en buenas condiciones físicas y se quedó junto a Pauner y Oiarzabal.

Quienes, según este último, se desentendieron de la situación fueron los componentes de la expedición coreana, aunque medios de aquel país afirmaron que Oh Eun-Sun y sus compañeros detuvieron su descenso para ayudar. «No ha hecho nada porque según ella no estaba en sus manos. También hay que entender que no quieran subir, pero no quiero meterme ahí», manifestó Juanito.

Éste asumía que «las previsiones no son muy halagüeñas. Yo estoy congelado, tengo los pies tocados, Carlos está también tocado. Y mañana evidentemente tengo que tomar la decisión de bajar, porque no podemos resistir aquí más tiempo, no tenemos comida y sobre todo con la preocupación de que viene mal tiempo».

Riesgo de avalanchas

Respecto a su propio descenso, el alavés se mostraba preocupado por la intensa nevada: «Va a acumular y entre el III y el IV no hay nada de cuerda fija. Habrá que andar con cuidado, y también al pasar el cono para llegar al II. Pero yo me encuentro bien, en condiciones para bajar. Y Carlos igual. Pero tenemos que bajar, no queda otra».

Al respecto, Jorge Egocheaga y su compañero Martín Ramos contaban que ha aumentado el riesgo de aludes en ese embudo. Ambos pasaron la noche después de cima en el campo II y el viento causado por un desprendimiento llegó incluso a levantar del suelo y con ellos dentro la tienda en la que dormían.

HELICÓPTERO

Un helicóptero logró ayer rescatar a siete personas que se hallaban bloqueadas por el mal tiempo en el campo II del Manaslu, a unos 6.500 metros. Se trata de uno de los rescates en helicóptero realizados a mayor altura.

nunca tan alto

Según desnivel.com, el rescate a mayor altura por vía aérea se realizó con un helicóptero del Ejército indio en mayo de 2004. Tuvo lugar a 7.083 metros en el monte Kamet. Calafat está a 7.500 metros.

La solución para un edema es perder altitud

El edema cerebral de altitud es una alteración muy grave del sistema nervioso central debida a la falta de oxígeno. Los síntomas pueden incluir dolores de cabeza, pérdida de coordinación, debilidad y pérdida de los niveles de consciencia, desorientación, pérdida de memoria, alucinaciones, comportamiento psicótico y coma. Su evolución es letal a menos que se descienda a cotas más bajas. GARA

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