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Un extaño en el universo del jazz y el pop

«Los músicos tendemos a ser curiosos, no conozco muchos que no prueben»

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Jamie Cullum

Pianista, compositor, vocal...

Cuando apuntaba, año 2000, pero aún no era un músico popular, Universal Records ofrece al británico Jamie Cullum un millón de libras para grabar durante los próximos cinco años. La multinacional no se equivoca, Jamie triunfa, tanto por su talento como por su versatilidad y simpatía.

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Jamie Cullum nace en Romford, Essex, Gran Bretaña hace 30 años, aunque continúe portando cara de jovenzuelo entre pillo, despierto y friki, como él mismo se define. En 2005 le conoció en directo el público del festival de jazz de Gasteiz, el año pasado el de Donostia. En la actualidad es novedad con su disco «The pursuit», que sólo presentará en Madrid y Barcelona. Canciones donde Jamie combina jazz, pop, swing y hasta house con una destreza y singularidad exclusiva de los genios.

¿Usted también se pone nervioso cuando sale el disco?

Siempre me siento nervioso en estos casos, mi cabeza está tan centrada en la grabación y en la parte musical que cuando llega el momento del lanzamiento me siento extrañamente desconectado de eso, creo que es porque soy un friki controlador. Así que con aquellas cosas que no puedo controlar, simplemente me dejo llevar.

Ha pasado mucho tiempo entre álbumes, ¿qué ha estado haciendo?

Lo principal es que me tomé tiempo para no estar siempre en la carretera. Sobre todo porque en los últimos 5 ó 6 años parece que he estado metido en un avión. Necesitaba sentir que se le permitía a mi cerebro ser creativo otra vez. No había otra razón, quería ser creativo, así que hice mucha música durante estos cuatro años, dos de ellos estuve de gira. Practiqué mucho, me pasaba por el pub, jugué al fútbol, jugué al tenis... Escribí bastante material, pero sin ningún objetivo concreto. Además construí mi estudio y, bueno, muchas más cosas. No obstante, nada fue con la intención de `estoy haciendo el nuevo disco de Jamie Cullum, el quinto'.

¿Ese tiempo libre ha conseguido que se acerque al nuevo proyecto de una manera diferente?

Una de las cosas que hice fue improvisar con muchos músicos, alquilé un estudio en Shepherd's Bush donde pudiera tocar la batería a las 3 ó 4 de la mañana. Invitaba a músicos para venir a tocar, empezábamos bastante tarde y nos quedábamos hasta la madrugada. Empecé uniéndome a mi hermano en alguna de sus actuaciones como dj e improvisando sobre música house y eso me abrió la vista sobre ciertos ritmos, una manera más moderna de acercarse al ritmo. Creo que esos han sido un par de momentos decisivos. (Influencia que puede observarse en el excelente clima bailable de «Music is through»).

La prensa a veces se siente confusa porque siempre está cambiando.

Sí, pero no es algo que haga de manera consciente en plan `necesito hacer un montón de cosas diferentes'. Los músicos tendemos a ser curiosos, no conozco muchos músicos que no prueben cosas. Ahora, sí conozco a muchas estrellas del pop que no lo hacen.

Hablemos de su estudio.

Yo lo llamo estudio pero, en realidad, es una habitación llena de porquería, de instrumentos, basura, discos... Puedes grabar ahí si encuentras el botón de grabar debajo de un millón de papeles. Es un espacio donde puedo ser creativo y donde no hay límites. Grabo maquetas, pero lo cierto es que hubo un par de ocasiones en las que no pude mejorar en el estudio de Los Ángeles lo que hice en casa, así que terminé usando algunos de los temas del estudio, que se llama Terrifiel Studio (Estudios aterrorizados).

¿Realizó muchos cambios deliberados durante la grabación?

Sí, cambié la banda, cambié el país donde grabar... Me apetecía empezar desde un punto de partida limpio. Me quise obligar a operar de manera diferente. Es un cliché horrible hacer esto y siempre que oigo o leo a algún músico diciendo esto en una entrevista pienso: `Dios mío, soy como todos los demás'. Pero llegas a un punto donde estar en el mismo estudio se hace cómodo y debes de estar cómodo en el sentido de poder crear y estar relajado, pero también creo que puede provocar que tomes las mismas decisiones cada vez que surgen problemas o cada vez que surge un reto. Cuando estás en un país diferente, trabajando con nuevos músicos, con gente nueva, no resuelves los problemas de la misma manera. Puede ser por un nuevo arreglista, un nuevo micrófono, el ambiente...

Ésta es la primera vez en la que no le ha dado miedo hablar de asuntos personales.

Me he permitido a mí mismo hacer muchas cosas nuevas en este álbum, principalmente a través de la confianza. Así que existe una aproximación más personal a las letras porque me siento más seguro de quién soy, así que puedo expresarme más claramente. También otra manera de tener más confianza es el hecho de que si una canción es una canción de pop, me he permitido a mí mismo hacerla sin pensar `bueno mejor que meta un solo de piano de 7 minutos en medio', que es lo que hacía antes, que era casi como negar que eso era lo que estaba pasando. (Una de esas canciones pop puede ser «I'm all over it», en un clima al mejor estilo Beatles o la magnífica balada «Don't stop the music»).

También le gusta hacer cosas nuevas con viejas canciones y llevarlas a otros lugares.

Sí, por ejemplo, «If I ruled the world» es una canción de la que no se han hecho muchas versiones. Normalmente los estándares han sido interpretados por todo el mundo, desde Ella Fitzgerald a Diana Krall. La gente sigue interpretando las mismas canciones, lo que está genial porque son clásicos.

La Promoción

«La parte promocional me parece difícil porque me encuentro a mí mismo hablando y no tocando, lo cual puede ser bastante frustrante»

LAS RUEDas (Wheels)

«Tenía un título escrito en mi cuaderno que decía: `Al mundo se le están cayendo las ruedas' [en relación con el tema «Wheels»], que trata sobre cómo está ahora»

«Trabajar con Clint Eastwood fue una sorpresa maravillosa. Además, soy amigo de su hijo Kyle»

«Mixtape» es una gran canción pero, además, cuenta con una curiosa historia.

Sabía que quería escribir una canción acerca de mi frikismo por la música (en eso soy lo más). El título de «Mixtape» lo tenía en mi cuaderno desde hace 3 ó 4 años. Realmente resume cómo era yo de adolescente, cómo hacía compilaciones en cintas y las mezclaba a mi manera. Todavía hago mixtapes [mezclas con canciones], lo considero algo muy romántico y quería escribir sobre ello. También es una especie de canción de amor sobre cómo era la industria musical de antaño y cómo no volverá a ser lo que fue. Creo que una de las líneas de la canción dice «this ain't no disc of mp3, this one's hand-made fashion logingly».

Ha trabajado con mucha gante, incluso con Clint Eastwood.

Trabajar con Clint Eastwood fue una gran sorpresa y algo maravilloso. De hecho soy amigo del hijo de Clint, Kyle, desde hace algunos años. Él trabaja musicalmente en todas las películas de su padre. Mucha gente en Londres es amiga de Kyle, es un gran músico, pero él no es el canal más obvio hacia su padre, la gente lo conoce por sí mismo, así que fue una sorpresa grata para mí. Le conocí un día que él estaba trabajando para la música de una película llamada «Grace's gun», de la que Clint también hacía parte de la música. Estaban haciendo una demo (maqueta musical) para que James Blunt la cantara para esa película (Jamie suele parodiar en directo a Blunt, pero también hace imitaciones de muchos personajes, le encanta). Habían escrito la letra entre los dos y yo terminé por cantar partes para ayudar un poco, y le encantó a Clint. Al final, terminó por usar mi versión. Obtuvo una nominación para un Globo de Oro. Después, él y Kyle me pidieron que trabajara con ellos en «El gran Torino». Escribí la letra y terminó siendo parte de la melodía y llegué a grabarla en la casa de Clint Eastwood en Hollywood, lo cual sorprendentemente no fue raro, ya que él es un tío muy normal y majo, le encanta la música y es muy fácil de tratar.

¿Puede describirme su relación con el piano?

Si hubiese estudiado piano, sería una relación diferente, pero para mí el piano siempre ha sido esa especie de santuario a través del que me adentro en mí mismo y que me saca de la vida diaria, y, para ser honesto, todavía es así. Incluso durante las épocas más ocupadas de mi agenda y cuan loco puede llegar a ser el momento, tan pronto me siento detrás del piano se vuelve en esa cosa que te lleva a otra parte. Creo que a veces eso es lo que la gente viene a ver, esa especie de sinergia entre un hombre y un objeto inanimado. No soy bueno planificando mi vida a largo plazo, pero sé que quiero tocar y, cuando veo que tengo un mes de gira digo, `dame un piano y lo explotaré'.

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