Utopía no es una quimera; es lo que no hay todavía, y sería posible que hubiera, y es posible que llegue a haberlo, por medio de una práctica revolucionaria, y a pesar de las ideologías reaccionarias». Así define en varios escritos la economista Nekane Jurado este vocablo y ése es el objetivo de Herria Abian!: construir otra Euskal Herria desde la base y de una manera participativa, tal y como anunciábamos en nuestro manifiesto fundacional: «Nosotros y nosotras, personas trabajadoras: con empleo o paradas, mujeres, jóvenes, nekazaris y arrantzales, pensionistas, personas migrantes, ecologistas, disidentes sexuales, personas con discapacidades, autónomos dependientes, estudiantes... apostamos por un modelo económico y social alternativo al actual. Quienes día a día sacamos adelante este pueblo demandamos poder construir Euskal Herria y hacer nuestra aportación a la construcción de otro mundo». En definitiva, debemos tener la posibilidad de decidir nuestro futuro, también en el ámbito socioeconómico. Esa alternativa al modelo actual debemos construirla en el día a día y aprendiendo de experiencias pasadas y de prácticas actuales que se están llevando a cabo en otros pueblos del planeta. Eso sí, teniendo en cuenta nuestras propias peculiaridades y singularidades. Ésta nos parece la estrategia acertada para hacer realidad el lema «Otro mundo es posible y otra Euskal Herria es necesaria».

Creemos que ese nuevo modelo debe estar anclado en unos mínimos que superen las contradicciones del modelo capitalista, que en la actual crisis están asomando con mayor fuerza. En este sentido, alcanzar la soberanía económica y los mecanismos que garanticen la participación de la población en la toma de decisiones deben ser los pilares del cambio social que necesitamos. Y es que a día de hoy la mayoría de los pueblos del planeta no pueden decidir su futuro, tampoco en el ámbito socioeconómico, lo que les condena al saqueo imperialista. En este sentido, el caso de Euskal Herria es muy evidente, ya que las diferentes reformas y medidas que tenemos a la vista -reforma laboral y de pensiones, subida del IVA...-, que vienen diseñadas desde Europa y Estados Unidos y que nos son ejecutadas e impuestas por los gobiernos español y francés y sus sucursales autonómicas, evidencian nuestro estrecho margen de maniobra. Y la otra clave del problema radica en la falta de democracia económica: no existen mecanismos para que la población pueda participar y tomar decisiones. En nuestro pueblo, eso se constata en la imposición de grandes infraestructuras, las trabas a la participación y organización popular, la ausencia de información y debate de los asuntos públicos, los falsos diálogos sociales...

A partir de estos mínimos -soberanía económica y democratización de la economía-, en nuestra opinión, esa alternativa al modelo actual deberá girar en torno a los siguientes ejes: reparto del trabajo productivo y reproductivo, el reparto de la riqueza y un desarrollo democrático del ecosistema. Para concretar estos ejes e ir edificando la alternativa desde la base, creemos que nos debemos juntar, debatir, tomar decisiones... Ese nuevo modelo lo queremos hacer de una manera participativa y en auzolan, desde la base, haciendo frente a lo que nos pretenden imponer las actuales instituciones y su clase política. Tenemos que poner al servicio de la población las actuales instituciones; de lo contrario, no nos valen.

Para impulsar esa participación popular, desde Herria Abian! hemos llevado a cabo durante el último medio año un proceso participativo de debate -con asambleas locales, aportaciones de colectivos y de personas a título individual- que ha dado como fruto Aldaketarako Abiapuntua, una herramienta con la que hemos intentando consensuar entre todos los sectores y colectivos, y entre todas las personas que tomamos parte en Herria Abian! los mínimos que nos unen para posibilitar un cambio social profundo en Euskal Herria. En este sentido, el próximo 15 de mayo tenemos una cita en la Casa de Cultura de Altza en Donostia, en una Asamblea General en la que queremos concretar esta herramienta que iremos actualizando con el tiempo, atendiendo a su carácter dinámico.

Eso sí, tal y como subraya la cita de Nekane Jurado, la práctica transformadora diaria de todos y cada uno de nosotros y nosotras, impulsando el debate, la lucha ideológica, participando en las movilizaciones... es la clave del éxito. Es así como vamos a cambiar la correlación de fuerzas y la vamos a situar a favor de este pueblo y de su clase trabajadora. En este sentido, el 1 de mayo debe ser un día de lucha para denunciar los recortes de derechos y demostrar que este pueblo apuesta por un cambio social. ¡A la calle!