El Consejo Escolar de Euskadi ha puesto de manifiesto el cúmulo de despropósitos que reúne el plan «Covivencia democrática y deslegitimación de la violencia», diseñado por el Gobierno de Lakua como instrumento de acción política en el ámbito escolar. Así, constata como aspecto claramente negativo el insuficiente grado de participación y adhesión a un plan que no duda en calificar como «de naturaleza política», y subraya que «el concepto de víctima es más amplio que el previsto en este proyecto».

Las críticas del Consejo Escolar vienen a reforzar, por mucho que ciertos sectores políticos y medios de comunicación hayan querido interpretar lo contrario, las voces que reclaman la retirada de este plan y exigen un replanteamiento que tenga en cuenta las opiniones de todos los sectores que tienen algo que aportar desde su experiencia en este campo. Los testimonios de las víctimas del conflicto, de todas las víctimas del conflicto, tienen seguramente mucho que aportar a la sociedad. Pero esa aportación debe desarrollarse desde el más escrupuloso respeto a criterios pedagógicos y de estricta pluralidad y, sobre todo, respetando la libertad, especialmente en el caso de los centros educativos, a la hora de determinar cuáles son los métodos y recursos más adecuados para transmitir esos testimonios.