«El camino que un deportista debe seguir para lograr sus objetivos, debe ser producto de la ilusión de uno mismo», dice el alpinista Alberto Iñurrategi. Yahaira Agirre añade que «persigo un sueño, colgarme la medalla de oro olímpica, e intento mejorar cada día, rindiendo al máximo en cada entrenamiento... rendir por encima de mis posibilidades es imposible, aunque desconozco ese límite». Estas frases forman parte del breve exordio del libro «Factores Condicionantes del Desarrollo Deportivo», de los doctores en Actividad Física y el Deporte, Julio Calleja y Alberto Lorenzo, presentado ayer en la Sala de Prensa del Palacio Foral de la Diputación de Bizkaia.

Con la Diputada de Cultura de la Diputación de Bizkaia, Josune Ariztondo como madrina, este primer volumen de la serie Monografías del Deporte, que editada por la institución foral, veía ayer la luz y cuya primera edición, escrita en euskera y en castellano, sacará 1.000 ejemplares en el herrialde de Bizkaia, trata de divulgar y poner a disposición de los especialistas y público en general, el conocimiento sobre diversos aspectos de la práctica deportiva. Alberto Iñurrategi, la judoca Yahaira Agirre y el surfista Eneko Acero, estuvieron en la presentación.

El doctor Lorenzo realizó una sinopsis del libro. Empezando por el axioma de que «hay muchos caminos de llegar a la élite», en el que además de los factores físicos, hay otros muchos como el entrenamiento, el papel de familiares o entrenadores, los factores personales y la edad, entre otros, condicionan el deportista en la élite.

En un estilo muy ameno, la obra acerca al lector al universo del deportista, en un proceso continuo de desarrollo que culmina con un capítulo final de reflexiones en la que, entre otras, se puede leer que «la evolución de la pericia del deportista no está tan condicionada por las características genéticas, sino por la influencia de una práctica deliberada durante años»; «se presenta como factor clave la presencia de un elevado compromiso de la persona deportista»; «al menos se requiere de 10 años de entrenamiento planificado para alcanzar el nivel de deportista experto»; o «familias, amistades, influencia de un país, instalaciones deportivas, ayudas económicas, clases sociales y lesión deportiva, se presentan como otros factores de incidencia en el proceso».

Aprender del riesgo

La presencia de Alberto Iñurrategi atrajo focos y preguntas hacia el alpinista de Aretxabaleta, que declinó hablar sobre el Annapurna. Lo que sí declaró Iñurrategi fue que «cuando te planteas un reto como escalar montañas, asumes que existe un riesgo. Uno debe mirar si puede controlar ese riesgo a la hora de plantear los objetivos. La clave es tener siempre los pies en el suelo».

«Hay una frase de Messner muy bonita sobre este tema: `lo posible como medida de lo permitido'. Ahí emerge también una de las cosas más bellas del deporte: el esfuerzo que te obliga a realizar; a mejorar, el ojo que tienes que poner en cada detalle y, si mantienes los pies en el suelo, incluso puedes terminar por ver el riesgo como algo positivo, algo de lo que puedes aprender», dijo.

A este respecto, Alberto Lorenzo añadía que «el compromiso de estos deportistas los lleva a asumir circunstancias extremas. Al final, forma parte de una decisión individual del deportista en una especialidad que tiene en sí un mayor nivel de exigencia y precisa de un compromiso extremo».