Maite SOROA | msoroa@gara.net
Otro que ha montado en cólera
Colérico, Ildefonso Ussia, carga la pluma en «La Razón» y nos obsequia con una perla periodística plagada de falsedades, inexactitudes y melonadas. No está mal para un viernes.
El colérico faltón se ha indignado por la restitución de la libertad (en condiciones draconianas, bien es cierto) de Rafa Díez a quien, sin juicio de por medio, apellida «etarra Usabiaga» y califica la decisión garzonita de «pasmosa excarcelación».
Para sustentar su alocada tesis, recuerda que también Arnaldo Otegi solicitó su puesta en libertad por razones de índole familiar y que Permach y Joseba Álvarez la alcanzaron. A partir de ahí enhebra el disparate: «Los padres, las madres y los hijos del resto de la población reclusa ya saben lo que tienen que hacer. Reclamar a sus hijos y padres encarcelados para que éstos cuiden de ellos. Una hermosa lección de amor familiar y judicial». Ya ven el nivel que hay.
Como cabía suponer, Ussia se aferra a las víctimas (sólo a las de ETA, claro) y, tras citar a Otegi, Permach, Usabiaga y Álvarez, sentencia: «Muchos de ellos fueron asesinados siguiendo instrucciones de estos cuatro hijos de la gran puta. Ellos necesitan a su familia y su familia de ellos, y a las víctimas y los suyos, que les den morcilla». Ya ven al columnista erigido en magistrado que ya ha juzgado y condenado.
Y como de lo que se trata es de disimular que Rafa Díez estaba en prisión provisional, medida excepcional que no se ha podido sostener ni siquiera por Garzón, desvía la atención con una melonada como la copa de un pino: «¿Tienen padre, madre o hijos los secuestradores y asesinos de Anabel Segura? ¿Tienen padre, madre o hijos los condenados por vender copias ilegales en los «top manta» de esquinas y mercadillos? Delitos de diferentes niveles, pero cárcel compartida. ¿Por qué las madres, los padres y los hijos de los etarras tienen más derechos que los padres, las madres y los hijos del resto de la población reclusa? Que se de una vuelta por la cárcel Ussia. No le vendría mal.
Y la conclusión es de chiste. Según Ussia «si Usabiaga quiere cuidar a su madre (...) ya es tarde para hacerlo (...) tiene que cumplir hasta el último día de sus condenas sus vilezas». ¿Qué condenas, Ussia?