Una pareja irundarra ha padecido diversos episodios de acoso y agresión por parte de agentes de la Guardia Civil, según ha señalado el movimiento pro amnistía.

Las agresiones, como precisa en la nota emitida, comenzaron el pasado 12 de octubre. En aquella ocasión, los agresores lanzaron huevos contra su balcón, donde muestran una banderola en favor de la repatriación de los presos. Semanas después encontraron su moto tirada en el suelo con algunos desperfectos, lo que se repitió al menos media docena de veces en las siguientes semanas.

A finales de febrero el acoso subió de tono y fueron insultados y amenazados por tres personas que se encontraban en un coche aparcado cerca del portal. Haciendo caso omiso, los jóvenes entraron en casa, desde donde vieron como rayaban su vehículo. Apuntaron la matrícula y al interponer la denuncia se les informó de que éste era «un coche especial». Aunque el letrado de los agentes ha intentado llegar a un acuerdo, la pareja se ha negado y el juicio ha quedado visto para sentencia.

El movimiento pro amnistía de Irun ha denunciado la situación vivida por esta pareja y afirma que no es el único caso ocurrido. Indica que la media de controles de carretera diarios en la comarca es de siete y denuncia la actitud de los agentes en los mismos; asegurando que jóvenes irundarras han sido «humillados, insultados y abofeteados» en ellos.