El Caja Laboral Baskonia se impone ante el Real Madrid en Vistalegre
Una victoria cargada de futuro
El conjunto gasteiztarra se asegura prácticamente terminar la liga regular en segunda plaza. Los de Ivanovic mandaron en el marcador en todo momento, aunque sufrieron en exceso a la hora de cerrar el rebote y el Real Madrid fue capaz de empatar en la parte final.
Arnaitz GORRITI I
Aunque sea virtualmente, se puede afirmar que el Caja Laboral Baskonia terminará la liga regular de la ACB en segunda plaza. Los hombres de Ivanovic se impusieron después de barrer al Real Madrid durante la primera mitad y sufrir de lo lindo en la segunda. A pesar de ceder 21 rebotes de ataque, padecer la calidad de Prigioni y Llull y verse con empate a 74 a falta de 100 segundos, los gasteiztarras, a diferencia de lo sucedido hace un año, impidieron que los de Messina culminaran la remontada gracias a unas fabulosas defensas finales. Pero lo más importante de este triunfo es que viene cargada de futuro; un aviso a navegantes de cara al play off.
Dos triples consecutivos de Oleson mostraron el camino a un Baskonia que salió a por el partido. Pese a las prematuras dos faltas de Splitter, los de Ivanovic mantuvieron un alto nivel defensivo, provocando un sinnúmero de pérdidas de balón al cuadro merengue. Mientras, en ataque la anotación estaba muy repartida, bien gracias al lanzamiento lejano, bien hallando posibilidades de canastas fáciles en transición.
Tras el 15-23 del primer período, Ivanovic acertó al dar entrada a Huertas, que con su velocidad desconcertó a un Real Madrid que gastaba faltas y hombres de rotación a condición de parar al base paulista. El Baskonia parecía sentenciar el duelo al adelantarse 17-35.
Pero entre que Ribas ralentizó el juego con su entrada, más la garra de Prigioni y Reyes, la escuadra blanca fue limando diferencias hasta situarse a 8 tantos: 35-43. Un triple final de English volvía a encarrilar el encuentro al descanso: 35-46.
Teletovic y English tomaron el relevo anotador tras el receso, pero aquello no bastaba -ni siquiera el triple que clavó Huertas desde casi medio campo- para evitar que el Real Madrid se arrimara de nuevo. Velickovic mostró parte de su talento y Llull, que es carne de NBA. Y si estos dos erraban, ahí estaban Prigioni y Reyes para robar y rebañar balones y anotar.
Defensa casi perfecta
El motor baskonista, al menos en ataque, parecía gripado. Pese al buen partido de Golubovic, los ala-pívots estaban desaparecidos y sólo se seguía a flote con los tiros libres de Splitter y alguna acción aislada de San Emeterio. Además, aplicando el reglamento al milímetro, los árbitros invitaron a los de Messina a visitar la línea de los 4,60 metros con profusión. Empate a 74 a falta de 1.41 y tiempo muerto de urgencia de Ivanovic.
Ahí se agotó el caudal ofensivo madrileño. La defensa baskonista llegó a todo, impidiendo tiros cómodos. Ribas primero robó un balón de oro con 74-76 y luego cazó un rebote y cedió a Splitter para que éste guiara el contragolpe y Huertas decidiese con un «dos más uno». Llegó el ansiado golpe sobre la mesa.
Con la habitual sobriedad que le caracteriza, se notaba que Dusko Ivanovic estaba más que satisfecho con el resultado obtenido en Vistalegre. El técnico montenegrino destacó la «buena defensa» y la «paciencia» como las principales armas de su equipo, sobre todo en los minutos de mayor igualdad.
«Tenemos que ganar por lo menos un partido más, pero es prácticamente nuestro este segundo puesto de la liga. Sobre el duelo, decir que empezamos defendiendo bien y con mucha paciencia en ataque. Luego, cuando el Real Madrid puso esa defensa tan agresiva, sí que sufrimos, pero sobre todo porque lo atacamos de manera bastante estática. Afortunadamente, volvimos a jugar con paciencia en los últimos momentos para, siempre defendiendo bien, poder llevarnos el partido», declaró.
Tiago Splitter opinaba de forma muy similar. «Este era un partido muy importante en la lucha por la segunda plaza y para nuestra moral de cara a los play offs. Ha sido una gran victoria, pero eso no nos asegura el puesto; hay que ganar mínimo otro partido y tenemos que respetar a los rivales».
«Realizamos un partido bárbaro, desde el último jugador hasta el técnico. Tuvimos unas cuantas acciones precipitadas, en las que tiramos cuando no debíamos hacerlo, pero la verdad es que el equipo ha hecho un gran trabajo», añadió.
En lo que a su espalda respecta, comentó que «tras una semana muy dura, me ha respetado y no he sentido ningún dolor». A. G.