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SEGUNDA I El cuarto quedará al menos a siete puntos

El espíritu de Zubieta sitúa a la Real a dos triunfos de la Primera

Con nueve canteranos menores de 27 años en un once en el que faltaban siete titulares del partido de la primera vuelta, la Real obtuvo un triunfo vital gracias a un gol de Xabi Prieto tras un corner.

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RAYO VALLECANO 0
REAL SOCIEDAD 1

Joseba ITURRIA I

La Real confirmó el valor de una plantilla basada en el espíritu de sacrificio, unión y compromiso made in Zubieta para sobreponerse a todas las bajas y lograr una victoria que acerca tres puntos más la Primera. Aventaja al cuarto como mínimo en siete puntos -si empatan hoy Levante y Hércules- cuando sólo quedan siete jornadas para acabar con la travesía de la Real por el desierto de la Segunda y bastarán dos triunfos más y algún empate para lograr el ascenso, aunque sería bueno no parar hasta asegurar el título.

Zubieta ha sido, como siempre, la salvación para este club y ha ofrecido respuestas a todas las dificultades que ha encontrado en tres años recorridos sobre un terreno repleto de minas. En la primera vuelta todo venía rodado, no había apenas lesiones y hasta los árbitros acompañaban. Pero en la segunda las cosas se han complicado y cada vez que ha habido una baja o un momento comprometido la plantilla ha respondido bien.

El partido de ayer fue la mejor demostración, con un once con nueve jugadores de Zubieta menores de 27 años, a los que se añadieron otros dos canteranos en la segunda parte. La Real presentó un once en el que había siete jugadores diferentes a los del equipo de Vallecas, el básico de la primera vuelta. Sólo repetían Ansotegi, Mikel González, Xabi Prieto y Griezmann y el equipo respondió como entonces, con una media de edad de 24,4 años en la alineación por los 29,5 del Rayo. Y eso que la media realista aumentó en un año al decantarse Lasarte por los 31 años de experiencia de Sergio en lugar de los 20 de Illarramendi en una demostración de que el técnico no ha regalado nada a los jóvenes de la cantera. Los que han jugado han tenido que ganárselo como los demás.

El riojano cumplió en su estreno como medio centro con la Real al ser clave en el primer tiempo para que la posesión del balón fuera realista y mantener el sitio en defensa con sus limitaciones físicas hasta que fue sustituido. Con ese equipo improvisado la Real jugó como cualquier otra tarde de Anoeta, con el mismo espíritu solidario y de sacrificio que le ha llevado a ganar seis partidos por 1-0 en casa a base de un sufrimiento compartido con una grada de fieles ejemplares que están a la altura de su equipo. Porque el partido fue similar a aquellos o al último sin goles con el Albacete, con la diferencia de que la Real aprovechó ante el Rayo una de sus primeras oportunidades y eso le bastó para cortar la peor racha de tres partidos sin ganar.

Pocos jugadores defensivos

Fue un partido de pocas ocasiones a pesar de que los dos técnicos apostaron por jugadores de carácter ofensivo y con buen manejo de balón al entrar Sergio en la Real y Míchel en el Rayo para cubrir las bajas por sanción de sus pivotes titulares. El equipo vallecano apostó por un 4-4-2 con centrocampistas muy ofensivos y la clave estaba en no permitirles manejar el balón como en la Copa. La Real lo logró y tuvo un mayor control del juego en el primer tiempo. Sólo desentonó en los primeros minutos Markel, con pérdidas en pases sencillos, pero entre tanto pelotero rival el equipo agradeció su intensidad defensiva.

La Real dominaba el juego, pero no tuvo ocasiones. Las dos más claras del primer tiempo llegaron en el talón de aquiles del Rayo, un equipo que se ha venido abajo por su debilidad defensiva en el juego aéreo en las acciones de estrategia. En la primera tocó Agirretxe y Mikel González no acertó a marcar en clara situación y en la segunda Xabi Prieto aprovechó para marcar su buen juego aéreo, el mismo que le convierte en referencia permanente en el inicio del ataque realista. El gol dio tranquilidad a la Real, que no sufrió en defensa y en los últimos segundos del primer tiempo pudo lograr al segundo gol en una combinación que fue rematada por Griezmann alto.

En el segundo tiempo el Rayo tuvo más control del balón y metió miedo de salida con una acción en la que Pachón falló en el remate tras servicio de Susaeta. En esa jugada Riesgo, seguro en el juego aéreo, perdió su dominio de la posición y se fue demasiado rápido al suelo y tuvo la suerte de que el balón fue a donde se encontraba.

Poco después Rubén Castro remató solo un corner botado por el eibartarra y desde ahí hasta el final la Real impidió al Rayo tener oportunidades de gol y, de hecho, las dos más claras llegaron en una gran jugada de Zurutuza en la que Sergio intentó la vaselina y en un centro de Carlos Martínez que el de Rochefort cabeceó alto.

Sí hubo unos momentos en los que la Real sufrió en banda izquierda, cuando Alberto de la Bella olvidó sus últimos meses fenomenales y volvió a conceder su espalda demasiado fácil. Lasarte optó por dar más solidez al equipo con la entrada de Labaka en lugar de Agirretxe y el equipo se mostró muy sólido y concentrado para impedir que el Rayo tradujera en ocasiones su mayor dominio del balón.

Así la Real pudo celebrar el triunfo con una imagen de unión entre todos sus jugadores que se plasma en la piña que alimenta Lasarte antes de cada partido, pero de forma espontánea cuando todos ellos se abrazan al final. Los que apoyan desde el campo y los que lo hacen desde fuera para empujar del carro de la Real hasta la Primera. Esa es la clave por el que la Real tiene hoy 21 puntos más que el Rayo cuando muchos en Anoeta habrían cambiado las plantillas tras la eliminatoria de Copa.

Lasarte: «La clave es ascender, pero si se acaba primero es un logro adicional»

Martín Lasarte destacaba tras el partido que «no es fácil lograr el objetivo e ir en primer lugar cada semana e intentar mantenerlo. La clave es ascender, pero si es primero es un logro adicional. No es fácil esa presión, cada equipo tiene su dificultad, algunos por arriba otros por abajo. En la medida que ese colchón sea mayor nos da no sólo tranquilidad, sino también nos salvaguarda de una dificultad que ojalá no tengamos».

En su análisis del partido destacó que «en la primera parte el tono fue levemente superior de nuestro equipo y la segunda fue más de vaivén en la que el Rayo en algún momento generó alguna dificultad con balones laterales y luego tuvimos alguna ocasión a la contra que no supimos resolver».

Valoró positivamente el partido de Markel y Sergio en la pareja de pivotes y destacó que la clave es «controlar la ansiedad y los nervios. Llega un punto en el que uno necesita ganar. Intentas una forma y no sale, pero debes ganar igual. El equipo buscó, no pudo con los argumentos más clásicos y una vez mas el balón parado nos permitió convertir».

El técnico del Rayo, Felipe Miñambres, dijo que «en la primera parte le hemos tenido demasiado respeto a la Real, defendimos mucho más atrás de lo que pensábamos. No nos creaban problemas, pero nos costaba salir y la Real ha sido superior. En la segunda adelantamos las líneas, hemos sido mejores, tuvimos la pelota, pero nos faltó más convicción y fe ante una Real que ha esperado junta para defenderse». J. I.

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