«El conocimiento de los virus y bacterias que afectan a la fauna silvestre es todavía limitado»
Investigadora del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Neiker-Tecnalia, ha completado su tesis doctoral «Los carnívoros silvestres como reservorios de enfermedades de interés en sanidad animal y salud pública». Un estudio que sugiere mantener programas de vigilancia de esta fauna.
Joseba VIVANCO
Para su la investigación se practicó la necropsia y análisis de 215 cadáveres de carnívoros silvestres, recogidos entre los años 2001 y 2006 en la CAV. El análisis confirmó la presencia de patógenos zoonóticos de carácter relevante, aunque a niveles no alarmantes.
Carnívoros silvestres como reservorios de enfermedades... ¿Un peligro silencioso?
En general, que una especie animal sea reservorio implica que está infectado por una bacteria o virus y que los puede eliminar y contagiar a otras especies animales, tanto domésticas como silvestres, e incluso al ser humano cuando se dan determinadas circunstancias. Pero estas especies animales que actúan como reservorios no tienen por qué verse afectadas por ese agente patógeno, es decir, pueden no presentar síntomas.
¿Qué perseguía el estudio?
Neiker-Tecnalia lleva desde el año 2001 desarrollando proyectos específicamente dedicados al estudio de las enfermedades de la fauna silvestre, llevando a cabo una vigilancia sanitaria de especies de nuestro territorio como jabalíes, ciervos, corzos, aves, carnívoros... Los carnívoros silvestres, por sus hábitos alimenticios, pueden estar más expuestos a distintas enfermedades que afectan también a sus presas y por eso pensábamos que este grupo podría ser un buen indicador de las patologías que circulan.
¿Y con qué se han encontrado?
Con que, efectivamente, algunas enfermedades presentes en las personas y, sobre todo, en los animales domésticos, también pueden afectar a los carnívoros silvestres. Pero también hemos podido observar la ausencia de otras, como, por ejemplo, la tuberculosis, que si bien se trata de una enfermedad frecuente en jabalíes y ciervos del centro-sur peninsular, así como en tejones en Gran Bretaña e Irlanda, en realidad se trataba de un resultado esperable, puesto que la tuberculosis en la CAV se encuentra prácticamente erradicada.
¿Alguna sorpresa?
Sí, como, por ejemplo, el haber encontrado un parásito en tejones sólo detectado hasta ahora en Bulgaria o una especie de bacteria del género Bartonella también en tejones no descrita hasta la fecha, o un hongo en un tejón que es la primera vez que se describe en un animal silvestre en Europa. Estos hallazgos tienen gran interés porque nos alertan sobre los agentes patógenos que circulan en nuestro entorno y consiguen que estemos prevenidos y podamos actuar de forma rápida y eficaz si en un futuro se observan problemas sanitarios ligados a estos agentes. Estos resultados ponen de manifiesto que los conocimientos de los agentes que afectan a la fauna silvestre son todavía limitados.
¿Pueden ser peligrosos estos virus o bacterias?
Este estudio lo que evidencia es la importancia de ampliar el conocimiento acerca de las enfermedades de la fauna silvestre, principalmente por la repercusión que pueden tener en la salud humana, pero también, en algunos casos, por las pérdidas económicas que ocasionan en los animales domésticos, bien por la enfermedad que producen o bien por los costes económicos derivados de su control.
Especies como el tejón y el zorro juegan un importante papel como reservorios. ¿Por qué?
Se trata de dos especies comunes y abundantes en nuestro territorio y son las especies en las que más agentes patógenos se han aislado o detectado y, por lo tanto, son una fuente importante de información en cuanto a la presencia de agentes patógenos en el medio natural y en cuanto a la detección precoz de algunas enfermedades no detectadas previamente.
Ustedes proponen hacer más estudios adicionales.
Si bien esta tesis ha estado focalizada en los aspectos sanitarios de los carnívoros silvestres, se continúa estudiando un amplio espectro de especies, investigando la epidemiología de algunos agentes patógenos presentes en nuestro entorno. Pero, en general, lo importante es mantener la vigilancia, que alguien esté mirando permanentemente para conseguir diagnósticos precoces de la entrada y difusión de enfermedades.
«Hemos hallado aquí un parásito en tejones sólo detectado hasta ahora en Bulgaria o un hongo en un tejón que es la primera vez que se describe en Europa en un animal silvestre»