Desde diversas instancias y autorizadas reflexiones de conocidos teólogos a nivel mundial se está extendiendo una amplia y profunda crítica a las cúpulas dirigentes de la Iglesia católica. Muchos aspectos de su doctrina, escándalos por flagrantes delitos, posturas y normas que tratan de controlar comportamientos sin la debida consideración de lo que hoy implica una sociedad y cultura laicas contribuyen a relegar la valoración positiva de la función de esta milenaria institución en el mundo actual.

No hay duda de que la crisis es de amplio alcance y de una cuestionante profundidad. El profesor alemán Hans Küng, en carta dirigida recientemente al episcopado mundial, lamenta tantas ocasiones desperdiciadas por parte del actual Papa para responder a los desafíos culturales, interreligiosos, sociales de nuestro tiempo. Advierte cómo su antiguo compañero de cátedra en la Universidad de Tubinga retrocede, juntamente con su Curia, a posturas cada vez más conservadoras, evitando realizar el espíritu y las reformas propuestas por el concilio Vaticano II. Numerosas personas, constata, están perdiendo la confianza en la Iglesia católica, a cuyos obispos, en estos tiempos críticos, invita a reaccionar con «valentía apostólica».

La Iglesia vasca, hoy, también está involucrada en este proceso de involución. Cuando graves problemas sociales, económicos,  políticos, éticos, culturales, ecológicos interpelan su sentido, presencia y compromiso en Euskal Herria, las últimas actuaciones y decisiones están dando signos de un alarmante giro conservador. Aunque es cierto que algunos de sus organismos pastorales tratan de ofrecer orientaciones y proponer acciones de interés en algunos casos, la tónica general de la Iglesia vasca está llegando a mínimos históricos de desinterés social, como las mismas encuestas lo muestran. Muchas personas cristianas prefieren distanciarse de ese contexto eclesiástico, desconfiando de sus respuestas y ausencias ante las urgentes necesidades que aquí y ahora vivimos. En consecuencia, la Iglesia, tradicionalmente arraigada en Euskal Herria, vive hoy una profunda crisis de identidad y misión.

Sin embargo, y por parte de diversos grupos, marginados de los centros de decisión eclesiásticos pero no marginales, se alzan otras voces. No tienen mucho eco mediático, pero aglutinan a sectores importantes de creyentes y personas en búsqueda de otra forma de Iglesia, de otro estilo de creer y, sobre todo, muy cercanos y comprometidos en los problemas candentes que nos afectan hoy como pueblo y como sociedad, en especial en sus sectores más desfavorecidos. Son grupos, instancias, organizaciones que actúan en los diversos herrialdes. Convocan reuniones de interés y asistencia numerosa; baste citar, por ejemplo, entre otros, el último Foro Religioso Popular, recientemente celebrado en Gasteiz.

En esta línea alternativa, también el colectivo Herria 2000 Eliza (1978) ha buscado y propuesto desde sus inicios una Iglesia servidora de su pueblo, fiel a un evangelio entendido como liberador. Además de su revista, ha venido promoviendo encuentros periódicos en congresos, foros, jornadas donde se han denunciado injusticias sociales y económicas, se ha defendido la identidad de Euskal Herria, su cultura y lengua, sus derechos colectivos.                                                                                                                Desde esos análisis y acciones  quiere continuar buscando nuevas perspectivas de libertad y compromiso plural que respondan a los problemas que hoy se nos plantean como pueblo y como Iglesia vasca.

Con tal intención y propósito, este colectivo ha organizado unas Jornadas a celebrar estos próximos días (martes 11 y miércoles 12 de mayo) en la Casa de la Cultura Ignacio Aldecoa de Gasteiz, en horario de tarde (de 7.30 a 0.30). Los temas de debate se centrarán en la Iglesia vasca  hoy y en los desafíos que se le plantean, desde la soberanía de Euskal Herria, los pobres, la igualdad de género.

Con esta invitación, Herria 2000 Eliza desea promover, una vez más, un diálogo abierto y plural donde las personas ponentes y asistentes, en mesa redonda, ofrezcan puntos de vista diversos desde sus posiciones críticas. Tasio Erkizia (izquierda abertzale), Josetxo Menéndez (párroco de Iruñerria) y María José Arana (profesora de Teología en Gasteiz) presentarán su visión y análisis desde sus respectivas posiciones políticas, pastorales, teológicas sobre la Iglesia y sus características y sobre los discutidos derechos humanos en la Iglesia.

El segundo día, la temática abordará también temas candentes como la Iglesia vasca ante libertad y soberanía de Euskal Herria que analizará Jesús María Larrazabal, parlamentario de EA. Una Iglesia de los pobres, solidaria y liberadora será el campo sobre el que ofrecerá sus reflexiones Txema Auzmendi, jesuita y del equipo de «Egunkaria», y el debatido e irresuelto tema de la mujer en la Iglesia será el tema que abordará Maricarmen Ibarrola, miembro de comunidades cristianas populares en Iruñea.

Ante los signos de los tiempos de un mundo y cultura laicos, en Euskal Herria, que vive tiempos cruciales en el contexto de la resolución definitiva y urgente  del conflicto con los estados español y francés, en la búsqueda política y social de una paz desde la justicia, estas Jornadas desean ser una propuesta honesta y sincera de una Iglesia comprometida con su pueblo que anuncie con palabras y acciones el sentido que, para tantas personas que sufren hoy, debe tener la liberación que anunció Jesús de Nazaret.