«Siempre hay tiempo», un cruce de emociones intergeneracionales
El actor gasteiztarra Txema Blasco es el protagonista de «Siempre hay tiempo», una coproducción entre Basque Films y la andaluza Letra M Producciones, dirigida y escrita por Ana Rosa Diego. Cargada de sentimientos y emociones, se estrenará en las salas el 14 de este mes.Ane ARRUTI | BILBO
«Siempre hay tiempo (Héctor y Bruno)» cuenta la historia de un hombre mayor y euskaldun, Héctor, que tras años de lucha para que una autovía no destruyera su pequeño pueblo y el bar donde trabajó toda su vida, se ve obligado a marcharse a vivir a Sevilla con su único hijo, con quien la relación está casi rota, y su familia, a quienes apenas conoce. La película, que se estrenará el 14 de mayo, fue presentada ayer en Bilbo.
Esta coproducción entre Basque Films y Letra M Producciones, es la ópera prima de la joven directora sevillana Ana Rosa Diego. El rodaje tuvo lugar en las localidades alavesas de Delika y Andagoia, y en Sevilla a principios del año pasado.
«Desde el principio tenía claro que quería a una persona mayor que tuviera que abandonarlo todo y buscar una nueva vida», explicó la directora, «y también quería jugar con el contraste de norte y sur. Mi madre es cántabra y sí que veía esa diferencia, también entre pueblos pequeños y la ciudad...».
Txema Blasco (Gasteiz, 1941), quien también ha trabajado en «Vacas», «Alas de mariposa», «Tierra», «Obaba» o «Las locuras de Don Quijote», o en series como «Hospital Central» o «Cuéntame», es quien da vida a Héctor, el protagonista. Desde su mirada la historia refleja los conflictos generacionales de cada miembro de la familia: su hijo Pedro (Sergi Calleja), la nuera Laura (Maite Sandoval), el nieto Bruno (Edu Bulnes) y Clara (Montserrat Carulla), la mujer con la que vivirá una especial relación.
«... tiempo para volver a amar»
La película transmite un mensaje esperanzador: «Los mayores tienen también la vida por delante», dijo Diego, «tienen mucho que decir y normalmente no les hacemos caso».
Y en esa vida que tiene por delante, Héctor inicia una estrecha relación con su nieto de dieciséis años a quien sólo lo vio al nacer e incluso le ayuda a enfrentarse al bulling que sufre en el instituto. Restablece la relación totalmente rota con su hijo, quien además, no se encuentra en el mejor momento de su matrimonio y, conoce a una mujer -de ciudad- que entra a formar parte de su vida.
Al preguntarle cómo afrontó esa historia de amor, el gasteiztarra respondió claramente que «en principio con mucho corte. Pero vi que Ana (la directora) lo tenía todo muy claro y, al fin y al cabo, somos un instrumento de dirección», dijo.
Blasco se mostró encantado y emocionado por el papel desempeñado en la película. «Para un actor es un caramelo, porque la emoción se da sin buscarla. Todavía nos emocionamos al recordarlo», dijo.
La película participó en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, donde obtuvo el Premio del Público y el Premio Llave de la Libertad, otorgado por los reclusos de la prisión andaluza. «Creo que hemos conseguido una película cercana y que te remueve», apuntó la directora.
Dio la casualidad de la huerta de Delika donde se rodaron varios planos de la película era propiedad de familiares del actor gasteiztarra Txema Blasco.
Título: «Siempre hay tiempo (Héctor y Bruno)».
Dirección: Ana Rosa Diego.
Guión: Ana Rosa Diego, Encarni Iglesias, Teresa Vilardell, Miguel Casamayor y Jesús Ponce.
Intérpretes: Txema Blasco, Edu Bulnes, Montserrat Carulla, Sergi Calleja, Maite Sandoval, Fermí Reixach.
País: Euskal Herria y Estado español, 2010.
Duración: 90 m.
Estreno: 14 de mayo.