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Elecciones en Gran Bretaña

El auge de última hora de Gordon Brown mantiene la incertidumbre

Los ciudadanos británicos acudirán hoy a las urnas sin un favorito claro, ya que aunque los conservadores se mantienen en cabeza en los sondeos, parece claro que no lograrán la mayoría absoluta y los laboristas han recuperado terreno en las últimas horas.

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GARA | LONDRES

Los líderes de los tres grandes partidos británicos gastaron todas sus fuerzas ayer, en el último día de campaña, intentando seducir a los millones de electores todavía indecisos en la víspera de las elecciones legislativas más disputadas desde hace una generación.

Presionados por los últimos sondeos, que predicen una corta victoria de los conservadores de David Cameron pero un Parlamento sin mayoría absoluta, los tres dirigentes aceleraron el ritmo en la última recta.

«No pensé nunca que estas elecciones fueran a ser fáciles», reconoció Cameron ayer en la cadena ITV, tras una noche en blanco en la que se entrevistó con pescadores, conductores de ambulancias y obreros en las disputadas circunscripciones del norte de Inglaterra.

«Nos quedan 24 horas para tener un nuevo Gobierno en el Reino Unido y para salvarnos de otros cinco años de Gordon Brown. Es un argumento muy poderoso que tendremos que repetir hasta la extenuación. Creo que estamos ante la gran oportunidad», dijo Cameron.

Los dos últimos sondeos publicados ayer -último día en el que se puede hacer- confirman una tendencia estable: los conservadores están en cabeza, pero sin lograr la mayoría absoluta que permitiría a David Cameron entrar en Downing Street mañana mismo y formar un Gobierno sin tener que recurrir a los pactos.

Una encuesta de ComRes para la cadena de televisión ITV y el diario «The Independent» coloca en cabeza a los tories (37%), delante de los laboristas del primer ministro Gordon Brown (29%) y los liberal-demócratas de Nick Clegg (26%).

Respiro para el laborismo

Un sondeo de YouGov para «The Sun» constituyó una de las escasas buenas noticias de este final de campaña para Brown, amenazado de derrota tras trece años de gobiernos laboristas: los tories siguen manteniéndose en cabeza (35%, sin cambios), pero los laboristas retoman posiciones (30%, dos puntos más) en perjuicio de los liberal-demócratas (24%, cuatro puntos menos).

El resultado es todavía más esperanzador para el primer ministro si se tiene en cuenta que la encuesta de ComRes destaca que cuatro de cada diez electores aún no han decidido qué votarán. Brown declaró que tiene más determinación que nunca para seguir adelante.

«Hay miles de personas que todavía no han elegido», proclamó delante de un grupo de estudiantes en la Universidad de Bradford. «Se decidirán en las próximas horas».

Nick Clegg, revelación de la campaña tras su participación en los tres debates televisados, por su parte, acudió a Eastbourne antes de dirigirse a Durham y Sheffield, dos circunscripciones laboristas consideradas inalcanzables por los liberal-demócratas hace apenas un mes.

«Imaginaos cómo os vais a sentir si os levantáis el viernes por la mañana y descubrís que el Partido Laborista y Gordon Brown vuelven a estar en el poder o que los conservadores y David Cameron están en el 10 de Downing Street sólo porque piensan que les ha llegado el turno», proclamó Clegg en un mitin de final de campaña, tratando de recuperar el empuje perdido.

Durante este periodo, la prensa ha especulado hasta la saciedad sobre los diferentes escenarios posibles a partir de mañana.

La hipótesis más probable sigue siendo la de un Parlamento sin mayoría absoluta, en el que los tories fueran la minoría mayoritaria. Los analistas consideran que si su partido está cerca de la mayoría absoluta (326 diputados de un total de 650), Cameron podría intentar forzar la situación y formar un Gobierno minoritario, con el apoyo de pequeñas formaciones como los unionistas irlandeses del UUP, pero sin tener que recurrir a establecer un pacto con los liberal-demócratas.

A falta de Constitución escrita, Gran Bretaña se rige por la tradición, que establece que el primer ministro en el poder pertenezca a la formación que más escaños tenga aunque no sea el partido que más votos haya obtenido.

Un estudio de la London School of Economics (LSE), sin embargo, coloca a los conservadores lejos de la mayoría absoluta, ya que les otorga 275 diputados -le faltarían 51-, mientras que los laboristas obtendrían 264 -a falta de 86- y los liberal-demócratas, 79.

Sin embargo, esta estimación de la LSE se ha hecho sin computar el denominado «voto táctico», que en esta ocasión designa el voto que busca evitar de los conservadores.

Es decir, el voto surgido del llamamiento de los laboristas a sus seguidores a apoyar a los liberal-demócratas en las circunscripciones en las que éstos pueden superar a los conservadores. Teniéndolo en cuenta, los laboristas serían la fuerza dominante con 286 diputados, seguidos de los tories con 251 y los liberal-demócratas con 81.

Amarillismo chabacano

El periódico tabloide «The Sun», que se ha alineado con los tories tras haber apoyado a los laboristas en la época de Tony Blair, también realizó su contribución al debate electoral en su inimitable estilo.

En su página tres, en vez de publicar una fotografía de una mujer en top-less aparecieron 16. El diario asegura que tanto laboristas como liberal-demócratas tienen como objetivo eliminar la famosa página tres de «The Sun». «Salven a estas chicas del paro mañana»,votando a los conservadores, reclama el diario.

`bigotgate'

La emisora Sky News ha recibido 20 quejas por difundir las palabras de Brown en las que llamaba «bigoted (intolerante)» a Gillian Duffy, una votante laborista que le criticó.

nicolas sarkozy

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, destacó ayer que si el euroescéptico David Cameron se impone «acabará convirtiéndose en europeísta como todos». Pese a ello, alabó la labor de Brown en una reunión con parlamentarios de la UMP.

El último Parlamento sin mayoría absoluta fue en 1974

El caso de un Parlamento sin mayoría absoluta, escenario probable tras las elecciones de hoy según los sondeos, tiene pocos precedentes en Gran Bretaña, el más reciente de los cuales se remonta a 1974.

Desde 1880 sólo en cinco ocasiones (1886, 1892, 1924, 1929 y 1974) las elecciones han desembocado en un «hung Parliament (Parlamento colgado)», ya que el escrutinio uninominal favorece normalmente la constitución de mayorías sólidas en los Comunes, la Cámara Baja del Parlamento.

Ocasionalmente, como en 1978 con el Gobierno laborista de James Callaghan, o en 1996 con el del conservador John Major, el Parlamento «se colgó» a mediados de legislatura debido a elecciones parciales.

El precedente más reciente de «hung Parliament» tras unas elecciones legislativas se remonta a las de febrero de 1974, que se celebraron, como las de 2020, en un contexto de crisis económica, ya que entonces había huelgas de mineros.

En aquel año, los conservadores de Edward Heath se impusieron en voto popular con 300.000 más que los laboristas, pero obtuvieron cuatro escaños menos (297 frente a 301). Les faltaron respectivamente 21 y 17 escaños para lograr la mayoría absoluta, mientras que los liberales obtuvieron catorce.

Como primer ministro saliente, correspondía a Heath ser el primero en intentar formar Gobierno. Comenzó negociaciones para formar coalición con los liberales y los unionistas norirlandeses.

Pero las conversaciones fracasaron debido al reparto de escaños, la identidad del primer ministro y la reforma electoral que los liberales reclamaban, al igual que ahora.

Este fracaso obligó a Heath a dimitir cuatro días después de las elecciones. El líder laborista, Harold Wilson, formó entonces un Gobierno minoritario, que sufrió varios reveses legislativos pero logró sobrevivir durante ocho meses ante el temor del resto de partidos de que se convocasen unas elecciones anticipadas que serían muy mal vistos por la ciudadanía.

Finalmente, sintiendo que era el momento oportuno, Wilson convocó elecciones anticipadas en octubre de 1974. Los laboristas lograron 18 nuevos escaños, que les otorgaron una corta mayoría absoluta de sólo tres escaños.

«Un `hung Parliament' colocará a Cameron en una posición más fuerte que Brown», considera Peter Kellner, el director del instituto de sondeos YouGov, basándose en lo sucedido en el precedente de 1975. Cyril BELAUD (AFP)

Comienzan los ajustes de cuentas en el laborismo

El candidato laborista Manis Sood destacó que Gordon Brown ha sido el peor primer ministro que ha tenido Gran Bretaña. «Le debe una disculpa al pueblo y a la Reina», destacó Sood, quien considera que es imposible ganar el escaño en su circunscripción por culpa de la gestión de Brown. GARA

fiesta tory en madrid

La dirección del PP español ha cedido la primera planta de su sede central, en la calle Génova de Madrid, a los conservadores británicos residentes en esta ciudad para que festejen su eventual victoria en los comicios de hoy.

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