A pesar de la cada vez mayor profesionalización del deporte, las diferencias entre los eventos de masas y los deportes minoritarios son cada vez más abismales, qué decir si hablamos del deporte femenino. Las chicas de la Real de hockey hierba, que después de seis temporadas han vuelto a clasificarse para el play off por el título, sufrirán en primera persona estas discriminaciones, ya que se han quedado sin un campo donde poder entrenar y disputar estos partidos para hacerse con el título.

La recompensa a la clasificación matemática para el play off fue muy amarga, ya que desde el día siguiente a obtener este éxito deportivo -3 de mayo- han dejado de poder utilizar el campo del Atlético de San Sebastián, el único homologado en todo el herrialde para la práctica de este deporte, debido a que se ha decidido levantar la hierba y cambiarla en el período de mayo a junio. Es decir, uno de los equipos de mayor nivel deportivo en su especialidad, se queda sin poder terminar la temporada ni preparar esos partidos tan importantes en toda su provincia.

Según denunciaron las jugadoras del equipo txuriurdin en un escrito enviado a los medios, «esta inaudita situación viene como consecuencia de que en todo Gipuzkoa, tan sólo existe un campo de hockey reglamentario. Hace varios años desde la Federación de Gipuzkoa de Hockey se reclamó otro campo de hockey, debido a la saturación que existe en el de Aiete, y el Ayuntamiento lo aprobó, pero de nuevo, otro varapalo para el hockey, ya que el campo que prometieron que se iba a realizar en Puio, finalmente lo hicieron para rugby, argumentando que iba a poder ser válido para nuestro deporte y para rugby, algo impensable, ya que ni las medidas son las mismas y la hierba es totalmente distinta».

Varias opciones

Desde las distintas instituciones y estamentos involucrados se han proporcionado varias soluciones, como la de utilizar el mencionado campo de Puio, que no está homologado, e incluso se barajó la opción de jugar en Zubieta, pero el problema era similar, ya que según las jugadoras, «por buscar un símil, sería como si los jugadores de fútbol hierba tuvieran que ir a jugar y entrenar a un terreno tan diferente como puede ser la playa» y definitivamente las propias deportistas han optado por utilizar el campo de Laudio, con todas las complicaciones que eso conlleva.

Al margen de perder el factor cancha tan importante en partidos tan decisivos, están los 107 kilómetros de distancia en una plantilla en la que el 80% debe compaginar el deporte con sus estudios o trabajos.