CCOO de Euskadi y las fundaciones José Unanue y Primero de Mayo, adscritas al sindicato, organizaron ayer un debate sobre el despido en Europa en el que participaron diferentes expertos de Italia, Alemania, Catalunya y Castilla La Mancha.

Entre las conclusiones, destaca que la crisis económica actual y los últimos movimientos político-económicos que se han producido por parte de la Unión Europea no traerán nada positivo para el mercado laboral y, desde luego, ahondará en la desaparición del modelo social europeo, que fue una referencia a nivel mundial, Esa llama se está apagando, más en estos tiempos de crisis, en los que el timón de la nave europea no lo tiene la Comisión Europea «sino la élite financiera y económica y, a partir de estos momentos, el Fondo Monetario Internacional (FMI)», según explicó en la jornada el italiano Antonio Lettieri, presidente del Centro Internazionale di Studi Sociali, de Roma, coeditor de «Egualgliazna e Libertá» y antiguo miembro del consejo de administración de la OIT.

No hay que perder de vista que la crisis ha permitido a los empresarios la destrucción de mucho empleo temporal en Hego Euskal Herria y en el Estado español, pero también la aprovechan para «limpiar» los contratos fijos y mejorar sus resultados económicos. De hecho, el año pasado fueron expulsados del mercado laboral 46.214 trabajadores con contratos fijos en Hego Euskal Herria.

Virus de la crisis

En este caso, el secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo, señaló que, tanto en tiempo de crisis como en época de crecimiento, «la temporalidad se ha mantenido en cuotas inaceptables», lo que ha permitido una destrucción masiva de empleo ante la dificultad, por lo que lamentó que «quienes inocularon el virus de la crisis, son los médicos de la misma».

Antonio Lettieri abrió la jornada con una intervención que puso de relieve que todos los movimientos que se están produciendo a nivel financiero, económico y político con ese Fondo de Estabilización del euro de 750.000 millones, sólo buscan ayudar a la élite económica y empresarial. Se trata de reducir los salarios de los trabajadores y permitir que haya mayor libertad para el despido. Lettieri afirmó que «tratarán de enmascarar esos objetivos diciéndonos que todos estos planes se hacen con el objetivo de aumentar la productividad, pero todos debemos saber que el fin es el despido, el abaratamiento del coste laboral, para ganar más y obtener más beneficio». Este sindicalista italiano, como así se definió, se mostró escéptico con ese fondo de estabilización «porque es una medicina que tiene tanta cantidad de veneno que puede matar al enfermo» y explicó que el origen de la crisis global se encuentra en «el desequilibrio insoportable en el mecanismo de la distribución de la renta».

Por tanto, las políticas que se están poniendo sobre la mesa, a su juicio, van en la dirección opuesta, porque «los mercados financieros hace un año estaban de rodillas por la crisis», pero «los neoliberales les inyectaron vida» y por lo tanto «hoy nos piden responsabilidades. Mandan sobre los gobiernos y éstos no reaccionan como lo hizo el brasileño Lula cuando llegó al poder, plantándose ante el FMI». A juicio de Lettieri, «esa desigualdad crece y es insoportable. Tendrá consecuencias negativas para el empleo». Porque la crisis es «un instrumento para multiplicar los despidos y permitir los grandes beneficios de las empresas. En EEUU ya ocurre de nuevo», según dijo.