Recorrido vital de norte a sur
«Siempre hay tiempo»
M.I. | DONOSTIA
El veterano actor gasteiztarra Txema Blasco es el protagonista absoluto de la película «Siempre hay tiempo», con la que debuta en la realización la andaluza Ana Rosa Diego. Su ópera prima obtuvo en el Festival de Huelva el Premio del Público y el Llave de la Libertad, otorgado por reclusos.
Esa última recompensa es muy significativa, porque la película, como bien indica su título, habla de que nunca es tarde para empezar de nuevo. Para las personas mayores, al igual que para los que sufren privación de libertad con largas condenas, queda el derecho a una segunda oportunidad rehaciendo su vida, aunque tenga que ser en otro lugar.
El abuelo de «Siempre hay tiempo» se tiene que marchar del pequeño pueblo de Araba en el que siempre ha vivido por culpa de la construcción de una autovía. No le queda otro remedio que viajar a Andalucía, donde ha formado una familia su hijo, aunque al principio su llegada será un poco traumática y le costará ganarse el cariño de su nuera.
La llave mediante la cual consigue entrar en el nuevo hogar es la buena relación con su nieto, al que ayudará a resolver los problemas que tiene a causa del acoso escolar. No sólo conseguirá adaptarse a la vida del sur, sino que además hará grandes amistades con otras personas de su edad. Eso incluye también a una compañera especial, un amor otoñal que refuerza la idea que sustenta el argumento, al incidir en la convicción de que la jubilación no supone una retirada y, muy por el contrario, es un tiempo abierto a más posibilidades de crecimiento personal.
Dirección: Ana Rosa Diego.
Intérpretes: Txema Blasco, Edu Bulnes, Montserrat Carulla, Sergi Calleja, Maite Sandoval, Fermi Reixach.
Música: Michael Thomas.
País: Estado español, 2009.
Duración: 90 minutos.
Género: Drama familiar.