Bangkok anula las elecciones y envía a los tanques contra los «camisas rojas»
La crisis que vive Tailandia volvió a estar en punto muerto después de la decisión del Gobierno de Abhisit Vejjajiva de cancelar las elecciones anticipadas previstas para noviembre y enviar los tanques para bloquear el barrio de Bangkok en el que los «camisas rojas» están atrincherados.GARA |
Diez días después de que el Gobierno tailandés hiciera público su plan para poner fin a la crisis política que vive el país, suscitando muchas esperanzas y el visto bueno aparente de la mayoría de actores políticos de Tailandia, la propuesta, que incluía la disolución del Parlamento en setiembre y elecciones anticipadas para el 14 de noviembre, parece cada día más endeble. El miércoles, el Ejecutivo de Abhisit Vejjajiva canceló los comicios, desplegó francotiradores y sacó tropas y tanques a la calle para cerrar por completo el barrio de la capital en el que los antigubernamentales «camisas rojas» permanecen atrincherados desde hace nueve semanas.
Los manifestantes antigubernamentales habían bloqueado el proceso de «reconciliación» a principios de esta semana al exigir la entrega a la Policía del «número dos» del Gobierno, Suthep Thaugsuban, al que consideran responsable de la violencia del 10 de abril, que se saldó con 25 muertos. Y el Gobier- no, acorralado para acabar con una protesta que dura ya dos meses, respondió ordenando el asalto y cancelando las elecciones, aunque dijo que mantiene el resto de las propuestas incluidas en su «hoja de ruta».
La operación militar fue anunciada por el portavoz del Ejército, coronel Sunsern Kaewkamnerd, después de que las autoridades aplazaran, poco antes de que se cumpliera el plazo dado, la iniciativa de cortar el suministro de electricidad y agua a la zona ocupada por los «camisas rojas», ya que afectaría también a las áreas colindantes en las que la actividad diaria continúa con relativa normalidad.
Miles de manifestantes continuaban tras las barricadas esperando que las tropas comenzaran el asedio para desalojarles. Uno de los líderes de los «camisas rojas», Jatuporn Prompan, instó a sus seguidores a rodear los tanques enviados a la zona para impedir el inminente asalto al campamento. Otro dirigente, Weng Tojirakarn, subrayó que «el Gobierno comete un suicidio político si no hay elecciones».
La intervención de las Fuerzas Armadas sería muy delicada en ese amplio barrio protegido con empalizadas construidas con bambúes, neumáticos y alambre de púas cortantes, y en el que viven muchas mujeres y niños. Por eso, esa posibilidad había sido descartada varias veces por el jefe del Ejército.
Sin embargo, ayer por la mañana, el Ejército anunció que sus tanques rodearían el barrio al finalizar el día. «Las autoridades van a aislar la zona de las manifestaciones. Nadie tendrá autorización para entrar», afirmó Sunsern Kaewkamnerd.
Los «camisas rojas», por su parte, reiteraron su voluntad de no ceder e insistieron en que la última condición planteada, la inculpación de Suthep Thaugsuban, no es negociable.
EEUU y Gran Bretaña anunciaron el cierre de sus embajadas en la capital tailandesa. Washington se mostró «muy preocupado» por los enfrentamientos entre «camisas rojas» y fuerzas de seguridad en el país.
El estado de emergencia declarado en Bangkok y sus alrededores fue ampliado ayer por la noche a otras quince provincias del país para facilitar el control de los manifestantes antigubernamentales, señaló France Presse.
El general Khatiya Sawasddipol, alias Seh Daeng, (comandante Rojo) que se situó del lado de los «camisas rojas» fue herido de gravedad por un disparo en la cabeza, horas después de que se anunciara una operación militar para aislar a los manifestantes. En los choques posteriores entre «camisas rojas» y fuerzas de seguridad murió un manifestante y varios más resultaron heridos.
Testigos presenciales informaron de una potente explosión y disparos de armas automáticas cuando el general recibió un bala en la cabeza mientras concedía una entrevista al «International Herald Tribune», indicó el rotativo. Minutos antes, con uniforme militar de campaña y aparentemente desarmado, había supervisado junto a sus escoltas las medidas de seguridad adoptadas por los «camisas rojas».
Estrechamente vinculado al derrocado Thaksin Shinawatra y contrario a la «hoja de ruta» propuesta por el Gobierno, es muy popular entre los manifestantes y ha sido el encargado de sus operaciones de seguridad, al tiempo que ha abogado por radicalizar las protestas.
Las autoridades dictaron el abril una orden de búsqueda y captura contra él.
GARA