GARA > Idatzia > Iritzia> De reojo

Raimundo Fitero

Llanto

Baltasar Garzón ha bajado las escalerillas de la Audiencia Nacional arropado por docenas de colaboradores, jueces, funcionarios, que veían en ese paseíllo el declive de una historia de la judicatura en la que los considerandos se utilizaban para encaramarse a la notoriedad. El más genuino de los jueces estrella del sistema represivo español ha bajado una escalera sin glamour hacia el infierno exterior, hacia la nada, sin más relumbrón que las lucecitas de todas las sospechas encendidas por haber campado por el juzgado con inmunidad lacerante.

La unanimidad del voto de todos los miembros del Consejo de los Poder Judicial para apartarlo de su ejercicio, cautelarmente, aporta un dato importante para comprender la trascendencia de esta suspensión, de esta rebaja del perfil del juez justiciero. Le quedan pocas artimañas. Siguen sus incondicionales que solamente ven en su actividad lo que sus equipos de propaganda han propagado y que no se han parado a pensar en todo el mal que ha hecho al concepto mismo de la democracia, a la separación de los poderes, pasó del ejecutivo al judicial en veinticuatro horas sin el más mínimo pudor y tirando de considerandos sin escrúpulos.

Insisto en la cantidad de personas que me invita a firmar a favor de este individuo, a unirme a grupos de apoyo, y me duele que sean personas a las que aprecio, pero ¿cómo les convenzo de que se trata del juez que diseñó la estrategia antiterrorista de Aznar, que nunca jamás ha admitido una denuncia de torturas, que sus autos son copiar y pegar los informes policiales? No se puede apoyar a un juez que caza con otros jueces y otros señoritos a millón la tirada. No, no se puede apoyar a este individuo. Que pruebe parte de su medicina. Y si los que buscan apoyos, creen en la justicia impartida por el señor Garzón que admitan que le están aplicando la misma justicia. Si ha prevaricado, ha prevaricado. Lo dicen sus pares, no los que hemos sufrido sus delirios de grandeza e injusticias. Su llanto al abandonar la Audiencia Nacional es porque se le acaban ciertos privilegios. No me enternece nada. Que llore, que él ha causado mucho dolor y llanto.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo