Gorka ANDRAKA Periodista
El club del hoyo 19
La revolución de los campos de golf: un utópico agujero más, una trinchera inexpugnable desde la que combatir la demolición del mundo. ¿Y por qué no? Hace unos días, ingenieros de la empresa British Petroleum anunciaron que para detener su vertido de 800.000 litros diarios de crudo en el Golfo de México estudian cerrar el pozo averiado con una «inyección de basura». Un tapón gigante de «desperdicios, neumáticos rotos y pelotas de golf». Un ejército de bolas ecologistas. Blanco sobre negro.
Con el lema «Estrellas de la cocina contra el hambre en el mundo», se ha celebrado esta semana en Madrid el II Torneo Solidario Chefs&Golf Copa Maserati. Veintitres cocineros españoles, todos ellos con estrellas Michelín, se han divertido jugando al golf y en una cena-homenaje y subasta benéficas han recaudado 20.000 euros para los huérfanos de la guerra en la República Democrática del Congo. Un surtido de chefs humanitarios. Blanco sobre negro.
En la carretera de Murcia a San Javier, junto al kilómetro 4, se encuentra el Hotel-Club Hoyo 19, «un espacio exclusivo para pasar un buen rato con streaptease, piscina, suite con jacuzzi, despedidas de soltero, fiestas privadas...». Más de lo mismo, lo de siempre. Un orificio donde meterla, hasta el fondo, desahogarse, sin complicaciones y a un precio irrisorio. Blanco sobre negra. Joder sin ser jodido, la máxima del sistema capitalista. Lo último, en este campo, se llama explotación de la Madre Tierra y prostitución de la solidaridad humana. Otro gran negocio. Y, además, legal. Una vergüenza.