Al menos diez muertos en los choques entre militares y «camisas rojas»
Los militares tailandeses, que el jueves fueron desplegados en el centro de Bangkok para asediar a los manifestantes antigubernamentales atrincherados desde hace dos meses , abrieron ayer fuego contra ellos durante los enfrentamientos que se produjeron en la capital, en el transcurso de los cuales murieron al menos diez personas y fueron heridas más de cien. El Gobierno, mientras, trata de cortar toda vía de abastecimiento de los «camisas rojas».GARA |
Los enfrentamientos entre militares y fuerzas de seguridad y los manifestantes antigubernamentales se multiplicaron ayer en las calles de Bangkok a medida que los soldados estrechaban el cerco a los miles de «camisas rojas», atrincherados en el centro de la capital tailandesa. A consecuencia de la intervención del Ejército al menos diez personas murieron y 112 resultaron heridas, lo que eleva a 37 el total de personas fallecidas y a más de mil los heridos desde el inicio de esta crisis a mediados de marzo, según el balance de AFP.
De poco sirvió que los «camisas rojas» elevaran la seguridad y bloquearan el acceso a su campamento para frenar el avance de las tropas. Desde primera hora de la mañana personas armados con tirachinas y flechas vigilaban todo el recinto e impe- dían la entrada en el lugar sin un permiso especial.
Durante la noche, resistieron detrás de sus empalizadas de bambú el asedio del Ejército, pero el Gobierno estaba decidido a desalojar a los manifestantes antigubernamentales y los enfrentamientos llegaron con las primeras horas del día.
Los choques más violentos tuvieron lugar en las áreas comercial y financiera, prácticamente desiertas ayer. Allí, unos veinte «camisas rojas» fueron detenidos por las tropas militares, que dispararon fuego real, balas de goma y gases lacrimógenos contra los manifestantes, que les respondían con el lanzamiento de piedras y otros objetos.
Antes de que el Ejército lograra aislar casi por completo el campamento antigubernamental, grupos de manifestantes y efectivos de las fuerzas de seguridad se enfrentaron también en otras zonas de la capital.
Según Efe, la explosión de dos granadas en la zona financiera hirieron a al menos dos personas. Una tercera granada, en este caso de humo, estalló cerca del epicentro del campamento donde los manifestantes permanecen atrincherados y del escenario sobre el que los líderes del movimiento arengan a sus miles de seguidores, entre los que hay muchas mujeres y niños, informó la misma agencia, que señaló también haber observado cómo los «camisas rojas» incen- diaron dos vehículos militares y capturaron a sus ocupantes.
«La operación militar busca presionar a los `camisas rojas' para que regresen a la mesa de negociaciones con el Gobierno», afirmó el ministro de Defensa, general Prawit Wongsuwon.
A primera hora de la mañana, el Ejército anunció que había cortado el suministro eléctrico, de agua y de alimentos y se cerró el paso a los camiones de recogida de basura en la zona controlada por los «camisas rojas», partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra. Éste pidió al Gobierno que dialogue con los opositores para resolver de forma pacífica el conflicto y ver la forma de lograr una verdadera reconciliación.
El derrocado ex primer ministro Thaksin Shinawatra hizo un llamamiento al Gobierno de Abhisit Vejajjiva para que dialogue con los «camisas rojas» de forma que el conflicto se resuelva pacíficamente y se estudie la forma de lograr una verdadera reconciliación.
El general Khattiya Sawasdipol seguía ayer en coma profundo debatiéndose entre la vida y la muerte después de haber recibido la víspera un disparo en la cabeza cuando comprobaba la seguridad del campamento donde los «camisas rojas» están atrincherados. Sawasdipol, que se había pasado al bando «rojo» y todos los días inspeccionaba las barricadas instaladas para evitar la intervención militar, era considerado un traidor por el Ejército y uno de los principales opositores al plan de «reconciliación» por parte del Gobierno, que negó su responsabilidad y haber querido deshacerse de él.
Fiel aliado de Thaksin Shinawatra, fue herido el jueves por la noche en la cabeza. Uno de sus colaboradores dijo que el disparo fue realizado por un francotirador. Un médico aseguró ayer que «sus posibilidades de sobrevivir son escasas». GARA