La Autoridad Palestina (ANP) de Mahmud Abbas volvió a hacer ayer un llamamiento a Israel para que reconozca el derecho al retorno de los refugiados palestinos expulsados de su territorio en 1948, coincidiendo con el 62 aniversario de la Nakba, la «catástrofe» que significó la creación del Estado de Israel.

Ayer, más de 3.000 palestinos se manifestaron a la salida de la oración del viernes en el campo de refugiados de Jabaliyah, en Gaza, convocados por Hamas, agitando banderas palestinas y del movimiento islamista y mostrando las llaves de sus hogares perdidos. Un número similar se manifestó en el mismo momento en el campo de refugiados de Nusseirat, convocados por la Yihad Islámica. En ambos lugares se recalcó que «nunca renunciaremos al derecho al retorno a sus pueblos» y se realizó un llamamiento a la «unidad nacional de la resistencia» frente al «enemigo sionista». Hoy sábado, está prevista en Gaza una manifestación unitaria de Hamas y Al-fatah.

«La catástrofe continúa. Tenemos que encontrar una solución al problema de los refugiados que se base en la resolución 194 de Naciones Unidas», declaró en un comunicado el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, en referencia al derecho al retorno de los refugiados.

Aprobada el 11 de diciembre de 1948, renovada anualmente, pero nunca aplicada, esta resolución declara que «los refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos deberían ser autorizados a hacerlo lo antes posible» y que «los propietarios que no quieran volver deberían ser indemnizados».

«En otros conflictos, los derechos de los refugiados han sido respetados, incluyendo el derecho al retorno, la restitución de sus bienes y la compensación económica», añadió Erekat, que acusó a Israel de «perpetuar la Nakba con su política de expulsiones, de derribo de viviendas, de colonización y de bloqueo».

Más de 760.000 palestinos -actualmente, con sus descendientes, alrededor de 4,7 millones- se vieron obligados a iniciar el éxodo durante el estable- cimiento del Estado de Israel, huyendo del avance de las fuerzas sionistas o al ser expulsados de sus hogares.

Todos los gobiernos israelíes después de 1948, laboristas o de derechas, se han opuesto al derecho al retorno -excepto, en algunos casos, para un número muy limitado de familias-, al considerar que un retorno en masa amenaza la existencia nacional de Israel como Estado judío, ya que los 5,7 millones de judíos que lo habitan correrían el riesgo de convertirse rápidamente en minoría.

Los palestinos siempre han exigido a Israel que reconozca el derecho a regresar dentro de sus fronteras, pero están dispuestos a discutir diferentes modos de hacerlo teniendo en cuenta las exigencias sionistas.