La Real se estrelló contra el portero del Castellón Lledó en un partido en el que volvió a evidenciarse la nulidad realista de cara al gol, con sólo tres tantos en los últimos ocho partidos que debilitan su posición de privilegio a la espera de lo que hagan los demás rivales. Unos resultados que la Real miraría sólo de reojo si hubiera cumplido ayer con su obligación de imponerse al peor equipo de la categoría, pero que ahora adquieren una mayor importancia.

La Real tiene un serio problema ofensivo y no se limita a la figura del delantero. Mueve el balón con demasiada lentitud, le cuesta crear ocasiones y cuando las creó ayer no acertó para batir a un Lledó que estuvo sensacional. Pero cuando un rematador encara a un portero en situaciones tan claras como las dos de Agirretxe y Zurutuza es más demérito del rematador que mérito del portero.

La Real se encontró con un rival que llegó con la intención de defender un punto que no le vale para nada y su estrategia se vio recompensada porque los de Martín Lasarte no supieron atacar ese planteamiento conservador ni cuando se quedaron con uno más ni cuando en los últimos minutos el Castellón estaba con seis jugadores de campo tras las tres expulsiones y la lesión de un jugador que no podía entrar en el campo.

Fue desesperante ver cómo la Real jugaba contra seis y Sergio no tuvo mejor ocurrencia que quemar el último cartucho con un remate de 30 metros sin sentido. Como fue desesperante el árbitro, que a pesar de las tres expulsiones del Castellón, le favoreció. Dio sólo tres minutos de tiempo añadido cuando hubo cinco cambios en el segundo tiempo, una expulsión y el colista había perdido todo el tiempo posible. Como lo perdió en el tiempo añadido, en el que a pesar de expulsar a dos jugadores y de no jugarse apenas pitó el final en el minuto 95.

Pero el Castellón hizo lo que debía para no perder y la Real no fue capaz de superar esa táctica, y la jugada final de Sergio fue el reflejo de la impotencia blanquiazul ante un equipo que poco tiene que ver con el que se arrastró por todos los campos en las primeras jornadas.

Un colista mejorado

El Castellón evidenció la mejoría experimentada tras asumir el guipuzcoano Asier Garitano la dirección técnica del equipo. Con una defensa bastante adelantada y dos líneas muy juntas, el colista de la categoría demostró pronto que el líder no lo iba a tener fácil para ganar al no concederle espacios para combinar en el centro del campo.

En todo el primer tiempo los blanquiazules sólo dispusieron de una clara ocasión en un gran remate de cabeza de Agirretxe, a centro de Alberto De la Bella, ante el que Lledó sacó una mano providencial. El rechace se quedó franco para el usurbildarra, que no acertó con la izquierda en una clara situación.

Al margen de esa doble opción, hubo un par de buenas jugadas de Xabi Prieto y poco más. El Castellón sufría cuando la Real jugaba con una velocidad más alta y encontraba espacios para combinar, pero entonces intentaba cortar el juego con faltas y contaba con la complicidad de un desconcertante Piñeiro Crespo, que fue capaz de amonestar a Xabi Prieto por recibir una dura entrada al borde del área que dejó sin sanción.

De esa manera el Castellón no sufrió demasiado en defensa y además tuvo una buena opción en un remate de cabeza de Diego Reyes que salió fuera por poco. Fue la única opción visitante porque parecía que daba por bueno un punto que no le valía para aspirar a salvarse. El segundo tiempo comenzó con un buen remate de Mantecón ante el que se lució Zubikarai y con una gran jugada de Xabi Prieto y un saque de esquina en el que Mikel González no acertó con la portería de Lledó, que volvió a lucirse después al sacar con el pie un remate de Zurutuza en una situación muy clara. El de Rochefort tenía toda la portería para marcar y envió el balón donde estaba Lledó.

El portero castellonense también despejó tres remates posteriores de Agirretxe (2) y De la Bella, pero no se pueden buscar las razones del empate sólo en la actuación de Lledó. La Real no supo jugar los 25 minutos en superioridad, en los que no fue capaz de crear ninguna ocasión clara de gol, y se precipitó con malas decisiones en los últimos veinte metros. Porque como ocasiones claras de la Real sólo se pueden interpretar las dos de Agirretxe y Zurutuza, y ése es un balance muy pobre para un líder que tampoco puede mirar al parte de lesionados para encontrar justificaciones a su nulidad ofensiva. De medio campo para adelante sólo falta Bueno.

Tampoco Lasarte acertó con los cambios. Tal como sucedió en Irun, la Real perdió con las sustituciones. Nsue no mejoró nada a Griezmann en banda, Sergio comenzó con un par de buenos pases, pero enseguida se le nubló la mente y comenzó a tomar decisiones equivocadas, y a Viguera no le dio tiempo a tocar ningún balón.

Así los últimos minutos resultaron desesperantes y el empate deja a la Real pendiente de los demás resultados. Ahora el Hércules queda a seis puntos en la cuarta posición y el lunes se puede poner a tres si gana en Girona. Es lo que pasa cuando no se gana fuera desde enero y en casa no se ha marcado en dos de los tres últimos partidos. Con estos números no se puede vivir de rentas y por eso urge una victoria. La visita del domingo al Betis (21.00-Canal +) puede no parecer la más idónea, pero es en esos encuentros donde mejor ha respondido la Real.

EMPATE DE LOS VETERANOS DE REAL Y REAL MADRID. Los equipos veteranos de la Real Sociedad y del Real Madrid empataron a seis en partido jugado como antesala del encuentro de Anoeta, lo que motivó que un buen número de seguidores se acercaran al polideportivo Josean Gasca y pusieran un gran ambiente en las gradas.