La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó ayer su preocupación por la continuidad de las violaciones de derechos humanos en Honduras en el marco del golpe de Estado contra Manuel Zelaya y afirmó que no se dan las condiciones para el regreso del presidente derrocado en la asonada político-militar de junio de 2009. El vicepresidente segundo del organismo, Felipe González, dijo que «es importante» que Zelaya regrese al país y «no se le persiga», y que las condiciones actuales no le garantizan un juicio justo.