Como en tantos casos, un ascenso, se convierte en una despedida, un apartamiento o un declive. Se han ido, y parece que definitivamente, «Los hombres de Paco», la serie de Globomedia para Antena 3 que ha sobrevivido siete temporadas en la parrilla. En el capítulo final, el protagonista asciende a comisario, por lo que queda abierta una secuela. Estamos ante una de esas series que más han evolucionado en cuanto a estilos, temáticas, tono y que si bien costó que se entendiera ese humor extraño, esa suerte de chapuza policial alzada a categoría estética que presidió gran parte de su vida televisiva. Había una crítica implícita, un disparate alimentado por una versatilidad libertaria, ya que no se conducían por guías argumentales lineales, que siempre buscaron sus responsables esos destellos de absurdidad, de grotesco, de lo más cutre, como un homenaje al cine español de los años ochenta del siglo pasado, pero incorporando rasgos narrativos más actuales.

Lo anterior podría ser confirmado por los países a los que se vio la versión original o se vendieron los derechos de adaptación de la serie: Bulgaria, República Checa, Eslovaquia, Moldavia, Hungría, Polonia. Italia, Grecia, Rumania, Rusia, Ucrania o Territorios Bálticos, es decir, lugares recién llegados al mundo occidental, donde los cuerpos de policía están en recomposición. Si a esto añadimos el propio lenguaje empleado. Es más, el acento regional imperante en los maderos, estamos ante una serie que ha intentado retratar sociológicamente a unos funcionarios de policía, vistos con cariño, pero sin adornos ni heroicidades.

«Los hombres de Paco» triunfaron, principalmente, por su reparto. Actores de gran calidad y extensa trayectoria teatral, no conocidos popularmente, que consiguieron dotar a sus personajes de credibilidad, cercanía, empatía, asuntos que son importantes para el triunfo, al igual que la presencia de iconos sexuales o eróticos, como fue Hugo Silva. Es decir, empezaron flojos, consiguieron un gran éxito y se han ido desmoronando en Sofres. Va a ser una de esas series que se repetirán con frecuencia, y con los años adquirirán algunos de sus capítulos caché reverencial.