DETENCIONES EN BAIONA Y URRUÑA
Rubalcaba y Ares vuelven a presentar como decisiva una redada anti-ETA
A los dirigentes policiales españoles se les acaban los calificativos para exaltar la importancia de sus redadas. La detención de Mikel Karrera, Arkaitz Agirregabiria y Maite Aranalde -además de Eñaut Aramendi y Laetitia Chevalier- fue situada ayer por el ministro Rubalcaba como «importantísima, más que la de `Txeroki'», y por el consejero Ares como «un paso más en la recta final de ETA». Los tres primeros estarían celebrando una reunión en el piso de Baiona.
R.S. | IRUÑEA
Cuando en el pasado mes de febrero las FSE situaron a Mikel Karrera al frente del «aparato militar» de ETA, el ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que iba a ser detenido muy pronto (la prensa especuló con que sería en unos días). Su objetivo no se cumplió hasta ayer, y junto a Karrera fueron capturados Maite Aranalde y Arkaitz Agirregabiria, a los que las FSE sitúan en el mismo «aparato militar».
Aranalde era buscada desde que salió en libertad en agosto de 2009, mientras que Agirregabiria había sido identificado después del tiroteo que costó la vida a un policía francés en marzo pasado, tras lo que también se anticipó que los autores serían apresados en muy poco tiempo.
Las tres detenciones se produjeron en un piso del barrio denominado ZUP, al norte de Baiona. Y la operación se completó con la captura de una pareja residente en Urruña: Eñaut Aramendi y Laetitia Chevalier, a los que se sitúa como posibles colaboradores de los tres primeros. Según fuentes policiales, estaban controlados desde el lunes, y la operación se desencadenó ayer. Algunos analistas subrayaron que se ejecutó precisamente horas antes de hacerse público el polémico decreto-ley de recortes presupuestarios.
El afán por resaltar el valor de la redada quedó muy claro tanto en la comparecencia de Rubalcaba como en la de Ares. Sin justificar sus afirmaciones, el ministro utilizó conceptos como «detenciones importantísimas, más aún que la de Txeroki [Garikoitz Azpiazu]».
En un aparente ejercicio de profecía, el ministro aseguró además que «ha caído el número 1 y el que iba a sustituirle», en alusión a Arkaitz Agirregabiria. Por cierto, poco después se filtró por agencias ya como posible sustituto el nombre de Mikel Oroz, que precisamente era señalado con anterioridad como el «número dos» de Karrera en lugar de Agirregabiria. Todos estos vaivenes dejan en entredicho la propaganda de Interior.
En el Parlamento de Gasteiz, Rodolfo Ares completó este discurso al situar la operación como «un golpe muy importante a ETA» y «un paso más dentro de su recta final».
Los medios, avisados a las 4.00
La operación se desencadenó con las primeras luces del día, en torno a las 6.15. A esa hora la Policía francesa entró en el piso de Baiona, en el que se asegura que los tres ciudadanos vascos se encontraban reunidos desde el pasado lunes, día en el que habrían sido detectados. Rubalcaba concluyó que estaban celebrando una reunión y, en su estilo en estos casos, añadió que «no sería para rezar el rosario».
Los otros dos arrestos se realizaron en Urruña según la versión policial, pero nada está claro, ya que no hubo detalles oficiales sobre cómo se produjeron las capturas. De hecho, un testigo explicó al diario digital kazeta.info que cuando acudía a trabajar presenció la detención de dos hombres en la estación de Baiona.
Durante toda la jornada, decenas de cámaras se agolparon ante las viviendas de Baiona y Urruña. Algunos periodistas explicaron que habían sido informados de la redada por las autoridades policiales españolas dos horas antes de producirse, en torno a las 4.00, con la intención de dar la máxima difusión posible a la noticia.
Sin embargo, en las primeras horas resultaron llamativas -por infrecuentes- las cautelas puestas por diversos medios sobre las identidades de los detenidos o los cargos que ocuparían en ETA, al estar muy reciente el episodio en que se señaló como activistas de la organización a varios bomberos catalanes. La agencia Europa Press recordó además que desde 2008 el Ministerio de Interior ha dicho haber detenido a tres jefes militares de ETA y que ayer, por con- tra, aseguró que Karrera tenía la máxima responsabilidad del aparato desde entonces.
La vivienda de Urruña fue registrada por la mañana en presencia de Eñaut Aramendi -sindicalista de LAB- y de Laetitia Chevalier. Esta última pudo agradecer las muestras de apoyo recibidas de las personas congregadas, y aprovechó para pedirles que trasladaran tranquilidad a sus allegados. Se escucharon gritos de «Errepresioa ez da bidea». Luego fueron llevados a la comisaría de Baiona.
En cuanto al apartamento del ZUP, fue inspeccionado por la Policía francesa durante todo el día. Luego se dijo que no se hallaron más que las tres armas que llevaban, como es habitual en ETA, y documentación.
Por la tarde hubo protestas en Baiona y Urruña (120 personas). En Ibarra, localidad de Aranalde, se reunieron 80 vecinos, y en Santutxu, barrio de Agirregabiria, 300. Por los presos se concentraron 59 personas en Burlata, 55 en la Txantrea, 30 en Arro- sadia, 65 en Donibane y 80 en Eibar. Anteayer, 22 en Atarrabia, 45 en Gros y 60 en Oiartzun.
Europa Press resaltó que Interior sitúa ahora a Karrera como jefe militar desde 2008, cuando en este tiempo ha otorgado ese mismo cargo a otros tres detenidos más: Aitzol Iriondo, Jurdan Martitegi e Ibon Gogeaskoetxea.
Valoraciones DE DIRIGENTES POLÍTICOS
Desde el independentismo se remarcó la inutilidad de este tipo de detenciones, dado que no solucionan el conflicto político de fondo. En una nota, la izquierda abertzale recordó que la apuesta por el proceso democrático reflejada en ``Zutik Euskal Herria!'' ha sacudido el panorama político, «pero todavía hay quienes no están dispuestos a responder positivamente a las oportunidades abiertas», y en concreto los estados español y francés. «Tomando la represión como bandera, venden un discurso de que el conflicto puede resolverse por vías meramente policiales, un discurso que ni ellos se creen», añade.
La izquierda abertzale explica que sabe que «el camino que hemos elegido no será fácil», pero apostilla que «tenemos total confianza en nuestro pueblo» y que la presión popular hará que el conflicto se lleve sólo al ámbito de la discusión política.
Similar fue la valoración de LAB, que dijo que «Euskal Herria debe seguir su camino, debe seguir apostando por el diálogo, por las iniciativas que ayuden a construir la paz y por la apertura de un escenario democrático», y se comprometió a ello. El movimiento pro amnistía, por su parte, tomó estos arrestos como «una muestra de la debilidad política de los estados», y recordó que las 35.000 detenciones realizadas en 30 años no han servido para nada.
Las detenciones se producen tras unos días en que el PP se ha mostrado de nuevo a la ofensiva ante la hipótesis de algún tipo de contacto entre el Gobierno español y ETA. Dirigentes como Antonio Basagoiti incidieron ayer en rechazar cualquier movimiento en esta línea, algo que el PSOE se ha apresurado a negar tajantemente por boca de Alfredo Pérez Rubalcaba o Rodolfo Ares. De estos discursos se alejó ayer el presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz, que dijo que no cree que exista un proceso de negociación «al estilo» del desarrollado entre 2005 y 2007, pero que sí considera que puede haber «contactos», una posibilidad ante la que se mostró respetuoso.
Durante su intervención en un desayuno del Foro Nueva Economía en Madrid, Sanz advirtió de que en estos temas «hay que utilizar convenientemente las palabras» y opinó que se usa «con exceso» el término de negociación. Pidió por ello «ser prudentes». La declaración de Sanz es especialmente reseñable si se recuerda que el entonces líder de UPN fue el primero que pidió públicamente que se parara el proceso abierto tras el alto el fuego de marzo de 2006.
Sanz dijo confiar actualmente en el Gobierno del PSOE, y puso como ejemplo que «[Iñaki] De Juana Chaos ya no se pasea por la calle libremente» y que Arnaldo Otegi «está en prisión».