En rueda de prensa, la responsable de Educación de LAB, Leire Garro, afirmó ayer en Bilbo que en 2003, cuando se creó el Consorcio Haurreskolak se pretendía «ayudar a conciliar el trabajo y la familia, garantizar el servicio educativo de 0 a 3 años y aumentar la inexistente oferta». Recordó que, en setiembre, la consejera de Educación de Lakua, Isabel Celaá, anunció que en esta legislatura la oferta de 0 a 3 años sería «total» y que «por medio de becas se daría el paso hacia la gratuidad».

Garro aseguró que, «en este momento, la oferta de plazas para niños de 0 a 3 años es del 50,3%, las cuotas sin comida ni merienda que se han de pagar al Consorcio Harreskolak son demasiado caras -entre 151 y 198 euros- a pesar de ser una institución pública», y las becas se han reducido de «hasta un máximo de 1.440 euros de ayuda a tan sólo 990». Por ello, según dijo, «quedan suficientes razones para continuar avanzando en las reivindicaciones» y para solicitar que el derecho a la educación sea «universal, gratuito y de calidad».

Ante una situación que consideran «grave», los responsables de LAB exigieron aumentar la oferta pública en el ciclo 0-3, hasta conseguir la «universalización y garantizar la oferta educativa en zonas rurales, manteniendo los criterios aplicados hasta ahora. Solicita también «aumentar los presupuestos para educación e invertir más dinero en este ciclo».

Según dijeron, en estos momentos se destina en la CAV un 3,24% del PIB a la educación, mientras que en Europa la media es del 5%. Por ello, LAB exigió que, «en tres años, se destine el mismo porcentaje del PIB, para lo que es fundamental invertir 340 millones de euros de los presupuestos anuales para la educación».

Pagar por ingresos

La central sindical pide, además, que el primer ciclo de educación infantil sea gratuito y que «mientras eso no se consiga, que las familias paguen en base al IRPF, que pague más el que más tiene». Reclamaron también que se ponga en funcionamiento el servicio de comedor en todas las haurreskolak, que se homologuen los criterios de financiación con los demás centros públicos y que se ofrezcan ayudas para el servicio de comedor a los niños de 0 a 2 años.

En ese sentido, Garro subrayó que «hoy en día, el problema de los comedores de las haurreskolak todavía está encima de la mesa», por lo que el «servicio está bajo la responsabilidad de los padres, por la falta de voluntad de los diferentes ayuntamientos».

La responsable de LAB indicó también que el pasado curso 2008/2009, con 170 haurreskolak, el 23% de las familias solicitó beca y «tan sólo el 11%» recibió dicha ayuda, tomando en cuenta, además, que en 2009 «las familias podían recibir hasta un máximo de 1.440 euros de ayuda y este año tan sólo 990 euros».

Desde la central sindical abertzale se preguntaron «por qué se destinan 400.000 euros menos a los niños de 0 a 3 años y si ése es el paso hacia la gratuidad del servicio público que quiere dar Celaá».