El declarado euroescéptico Cameron comenzó en París una gira europea
El nuevo primer ministro británico, David Cameron, comenzó ayer en París una gira europea que le llevará hoy a Berlín con el objetivo de limar asperezas con los principales miembros de la UE. Pese a su carácter euroescéptico, los analistas prevén que no haya fricciones.
GARA
Precedido de una reputación de euroescéptico, el primer ministro británico, David Cameron, dio ayer sus primeros pasos en Europa con una cena en el palacio del Elíseo de París, a la que seguirá hoy un viaje a Berlín, donde tratará cuestiones de regulación financiera antes de la cumbre del G20 de finales de junio.
Este primer viaje a París sirvió para limar asperezas con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien no ocultó sus reservas ante Cameron por su discurso antieuropeo.
Sarkozy mantenía una buena relación con Gordon Brown con quien acordó en el seno de la UE y del G20 el plan de salvación del sector bancario durante la crisis financiera que estalló a finales de 2008.
«Sarkozy también era amigo de Bush, pero eso no le impidió trabajar con Obama. Todo forma parte de la diplomacia», relativizó Christopher Chantrey, portavoz del Partido Conservador británico en el Estado francés.
Antes de las elecciones del 6 de mayo, Sarkozy quiso mantener la calma. «Si Cameron gana, hará como los demás. Comenzará como antieuropeo y acabará proeuropeo. Es la norma», dijo.
En este sentido, Sarkozy tiene razones para mostrarse más tranquilo, ya que la coalición con los liberal-demócratas ha obligado ya a Cameron a poner sordina a algunas de sus promesas de campaña, como el retorno a Londres de alguna competencias cedidas a la UE.
La nueva coalición se ha limitado a comprometerse a someter a referéndum cualquier nueva transferencia de poder hacia la UE, algo que no está previsto en los próximos años.
«Los británicos siempre son muy pragmáticos. Les interesa estar en Europa para controlar lo que pasa», observó un diplomático.
«En cualquier caso, están obligados a trabajar juntos para preparar las posiciones europeas en el seno de organizaciones internacionales como el G20. Y la UE tiene más peso si Alemania, Francia y el Reino Unido están de acuerdo», añadió.
París y Berlín sondearán la posición de Londres, a priori próxima la City, sobre los proyectos de regulación y tasación de las actividades financieras, que serán el punto fuerte de la agenda de la cumbre del G20 en Toronto a finales de junio.
David Cameron logró ayer una victoria clave para tapar las voces disidentes dentro de su partido, donde algunos sectores dudan del Gobierno de coalición con los liberal-demócratas.
Cameron sacó adelante su propuesta de permitir que los miembros del Gobierno puedan formar parte con derecho a voto del llamado Comité 1922, un influyente grupo formado hasta ahora por parlamentarios tories de segunda fila para controlar el partido cuando llega al poder.
La reforma fue aprobada, pero con una fuerte oposición: 168 votos a favor y 118 en contra.
Hasta ahora, la pertenencia al Comité 1922 estaba restringida a los backbenchers (parlamentarios de segunda fila) en las legislaturas de gobiernos tories, como un órgano independiente del liderazgo del partido, que se servía de este grupo para estar al tanto del estado de ánimo de las bases de la formación.
El primer ministro explicó que el objetivo de su reforma es «acompasar al conjunto del grupo parlamentario» y añadió: «no estoy buscando pelea con nadie. Creo profundamente en que tener un único grupo del partido es lo correcto». GARA
Cameron reafirmó ayer en Belfast el compromiso del nuevo Gobierno británico con el proceso irlandés y destacó que «aún queda gente que quiere destrozar el progreso alcanzado».