La cumbre de la Unión por el Mediterráneo (UpM), convocada para el próximo 7 de junio en Barcelona, ha sido postergada para noviembre.

El anuncio fue realizado por el portavoz presidencial egipcio, Suleiman Awad, en Atenas, donde se encuentra de visita el rais, Hosni Mubarak.

Awad dijo que el aplazamiento se había acordado después de las consultas de Mubarak con los presidentes español, José Luis Rodríguez Zapatero, y francés, Nicolas Sarkozy, quien fue el anfitrión de la última cumbre de la UpM.

En abril, une conferencia de la UpM sobre el agua se saldó con un fracaso rotundo por un diferendo entre Israel y los países árabes en torno a los territorios ocupados.

El Gobierno español confirmó el aplazamiento, que justificó en la esperanza de lograr un «avance notable» en las negociaciones indirectas auspiciadas por EEUU y en el intento de garantizar «la mayor participación posible» por parte de los países árabes.

Estos amenazaban con boicotear la cumbre de Barcelona si asistía a ella el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman.

Gira de Moratinos

El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, realizó una gira por la región la semana pasada para intentar salvar la cumbre. A su regreso, afirmó que había «un 90%» de probabilidades de que se celebrase.

Es la segunda ocasión que se suspende o aplaza una cumbre prevista en el semestre de la presidencia española, tras la cancelación de la cumbre UE-EEUU programada en mayo por el plantón de Barack Obama.

La UpM tomó el relevo del Proceso de Barcelona y que reúne a la UE con sus vecinos de la ribera sur del Mediterráneo. Agrupa a 43 estados (los 27 de la UE, Turquía, Israel, los países árabes ribereños del Mediterráneo) con el objetivo de resolver las crisis que asolan a la región.