Andrés Sorel, secretario general de la Asociación Colegial de Escritores, describió a Alfonso Sastre como «sabio, noble y justo» y además, dijo, es un personaje que «parece sacado del imaginario de Shakespeare». De tal manera dibujaban ayer los reunidos en el ayuntamiento de Hondarribia al dramaturgo de 74 años homenajeado por toda su carrera.

Claramente emocionado, Sastre recibió la medalla y el diploma que le nombra Miembro de Honor del CELCIT de manos de su director y fundador, Luis Molina. «El CELCIT le debe mucho a Sastre», explicó. Según Molina, les marcó un camino a seguir para el teatro, y «su ética -dijo- siempre estuvo presente en el organismo». Recordando tiempos pasados, trajeron a su memoria gestos y anécdotas compartidas con Sastre y la también escritora y editora Eva Forest, su compañera ya desaparecida. «Para mí un gesto increíble fue que ofreció un taller en el Fesatival Internacional de Bogotó justo después de que sufriera una operación de corazón», narró el director. Al fin y al cabo, lo que el CELCIT pretendía con este homenaje es «entregarle una modesta medalla para reconocer su solidaridad y su ejemplar andadura en el difícil camino del teatro».

Alfonso Sastre, quien se describe como «un hombre solitario que siempre ha estado en compañía», abrazaba a Luis Molina y daba las gracias en forma de versos, ya que «las seguidillas son mi manera de transmitir mi amor». Y, mirando a director del CELCIT, y «recordando siempre a Eva», añadía un sentido «gracias de corazón», «mila esker, eta mila esker».

Jon Elizalde, primer teniente de Alcalde del ayuntamiento de Hondarribia, felicitaba al CELCIT por su 35 aniversario y también a Sastre, de quien decía que «Euskal Herria, la cultura vasca, el euskara y Hondarribia hicieron un magnífico fichaje con Sastre». Y el presidente de la Asociación Cultural Alfonso Sastre-Alfonso Sastre Kultur Elkartea, Xabi Puerta, valoraba por su parte el homenaje como «merecido», ya que «es un maestro de la literatura y de la vida».

Al final del sentido acto de homenaje, Alfonso Sastre pudo disfrutar de la interpretación que la actriz Zutoia Alarcia realizó de un monólogo de una de las obras más importantes y reconocidas de este dramaturgo luchador y solidario: «¿Dónde estás, Ulalume, dónde estás?».