Haciendo bueno el dicho castizo que asegura que «de Madrid al cielo», el Inter de José Mourinho y el Bayern de Louis Van Gaal se jugarán esta noche el coronarse como mejor equipo del curso en Europa. Y es que la escuadra que se imponga sobre el césped del Bernabéu culminará una temporada espectacular conquistando, en cualquiera de los dos casos, un triplete que incluye Liga, Copa y Champions.

La cita parte sin un favorito claro, ya que ambos han dejado en la cuneta a otros conjuntos que a priori contaban con más opciones de llegar a la gran final. El Inter cuenta con la enorme experiencia de sus futbolistas en las grandes citas, pero las continúas remontadas de los bávaros han aumentado de forma importante la moral de la tropa dirigida por Van Gaal.

El preparador holandés no podrá contar con Franck Ribery, que cumplirá su segundo partido de sanción tras ver la roja por su durísima entrada a Lisandro López, y todo parece indicar que el turco Altintop será su sustituto. Por parte nerazzurri, Thiago Motta tampoco será de la partida tras su expulsión en el Nou Camp ante el Barça. El brasileño será reemplazado por el serbio Stankovic. En ataque, Mou mantendrá el trío formado por Eto'o, Pandev y Milito.

El Inter, a romper su maleficio

La consecución de la Champions se ha convertido prácticamente en una obsesión para el equipo lombardo. La familia Moratti ha invertido cientos de millones de euros para conseguirlo, pero los interistas se han estrellado una y otra vez contra su histórica mala suerte.

Ahora, en el más que probable último servicio de Mourinho a la entidad transalpina, buscan hacerse con un título que se les resiste desde 1965. Era la época de Helenio Herrera como entrenador y de futbolistas como Luis Suárez, Mazzola, Facchetti o Peiró. El brasileño Jair fue el autor del único tanto de aquella final ante el Benfica de Eusebio.

Desde entonces, las desilusiones han llegado una detrás de otra. A la par que sus vecinos rossoneros se alzaban con seis Copas de Europa. Trauma que la entidad aún no ha digerido del todo. Sin embargo, la supremacía nerazzurri tras el escándalo del Calciopoly, los cinco scudettos conseguidos de forma consecutiva y la presencia de Mourinho en su banquillo hacen que la afición tenga grandes esperanzas de acabar con un maleficio que dura ya 45 años.

Dominadores de los setenta

El fútbol alemán ha cambiado sobremanera. El prototipo de futbolista germano también ha variado. La mezcla intercultural que ha vivido el país en las últimas décadas ha sido un elemento fundamental a la hora de entender dicha modificación. Pese a ello, el Bayern de Múnich continúa siendo la principal referencia de la Bundesliga.

Los bávaros gestaron su prestigio en los setenta con la consecución de tres Copas de Europa consecutivas entre 1974 y 1977. Beckenbauer, Müller o Sepp Maier eran los íconos de aquella escuadra. Los mitos del fútbol alemán. A finales de los noventa llegó la gran decepción histórica de la entidad: la derrota en el descuento ante el United.

Dos años después, en 2001, el Bayern se desquitó venciendo la final de la Champions ante el Valencia en San Siro. Effenberg, Scholl, Kahn, Elber o Lizarazu eran los cracks. El «Hollywood FC» ha tardado nueve cursos en regresar a la gran cita del fútbol continental. Esta noche, llegan muy cómodos en el papel de lobo con piel de cordero.