Carlos GIL

Desde el mediodía las calles y plazas centrales de Leioa sintieron que empezaba el acontecimiento anual que las convierte en un escenario multicolor al ver pasearse, correr, gritar a unos personajes que mostraban sus atributos sexuales de gomaespuma alterando la vida habitual de bares, terrazas o paseos. Eran los «Paseantes exhibicionistas» de los catalanes de H2Oh!clowns, una animación a modo de comando, rápida, muy impresionante que provoca a todos. No hay más, pero lo que hay, funciona.

Una serie de propuestas cortadas por un mismo patrón se sucedieron, con el ánimo de ofrecer trabajos divertidos, para toda la familia, con el humor como denominador común y con expresiones donde aparecen el clown y el circo. Manic Freak es un cómico, acróbata, malabarista, actor argentino que demuestra sus capacidades sin palabras, sus excentricidades, su personaje logra momentos de equilibrismo realmente importantes. Sus malabares se realizan llegando a dificultades extremas y llega gracias a su potencial comunicativo. En el mismo espacio, al poco rato apareció otro argentino, otro payaso, otro gran actor, Chacovachi, en esta ocasión con la palabra como elemento diseccionador, comunicativo, que hace que todas sus acciones con globos, con pelotas de ping-pong o un biciclo en miniatura no sean nada más que soportes para sus discursos, en ocasiones muy penetrantes, sorteando con elegancia la circunstancia de hacer un espectáculo para adultos, rodeado de niños.

Títeres, globoflexia, humor, narración oral, participación del público son los instrumentos que se utiliza en “Jean Philippe y el maletín, comicomagos de postín”, un espectáculo de Producciones Cachivache, francamente muy ocurrente, muy sencillo a la par que interesante, logrando la atención casi hipnótica de los pequeños y sus acompañantes. Una pareja, en su habitación, jugando con los elementos escenográficos, haciendo un circo muy ligero, muy entrañable es lo que proponen los catalanes de Circ Petit en “Casa, nada más”, con el amor con motor de todas las acciones.

Los andaluces de Capitán Maravilla Productions aparecen con su mini adaptado como escenario multiusos para presentarnos en “Mono A Mono B”, un trabajo donde el humor preside todo los demás lenguajes, un auténtico espectáculo total, con muchas vías para la diversión. Al igual que Tearto Teatro y su “Diva di Palo”, donde es la estética carpetovetónica la que sirve de engarce de todos los momentos, de todo el «chou». Apunta a un teatro popular muy directo.

“Atempo Circ” es un magnífico espectáculo del circo más actual, en donde los aparatos se utilizan no solamente como fuente de exhibición, sino de inspiración para una poética del riesgo, de lo inverosímil, del movimiento en torno a figuras y elementos circenses. En La Lona y su “Éxodo” con una parte itinerante, irrelevante y una segunda, cuando los tres aparatos rodantes y sus conductoras se hacen frontales, cuentan una historia recurrente, que le dota de una fuerza narrativa y que una vez aparece el fuego, completan el mensaje.

Los extremeños de Samarkanda estrenaron “Adiós Tierra”, una propuesta multidisciplinar, con un equipo actoral que hace circo, baila, interpreta, se usa el vídeo como elemento fundamental, con algunas dudas narrativas, que la confrontación con los espectadores, le dará el asentamiento, pero que está hecho con gusto, con un buen vestuario, una producción ambiciosa y una historia a la que le damos el beneficio de la duda, por todo lo que promete y porque está cargada de buenas intenciones artísticas.