Objeto de virulentas críticas en el Estado francés antes de su proyección ayer en Cannes, «Hors-la-loi» (Fuera de la ley) es un thriller político eficaz que narra la historia de tres hermanos destrozados por la guerra de Argelia, una lucha por la independencia que el director franco-argelino Rachid Bouchareb retrata como sucia, pero justa. En esta producción argelina-francesa-belga, presentada bajo el pabellón argelino, Rachid Bouchareb toma partido sin ambigüedades por el pueblo argelino y se centra principalmente en la historia de las masacres que se produjeron en Sétif, al este de Argelia, en 1945, señaló AFP.

Entre 15.000 argelinos por los historiadores franceses y hasta 45.000, según los historiadores argelinos, han sido asesinados por el ejército francés en la represión de las protestas pro-independencia. Entre los europeos los muertos fueron tan sólo cerca de un centenar.

La película fue denunciada por varios votantes del partido UMP del presidente Nicolas Sarkozy, las asociaciones de extrema derecha de los veteranos de la guerra de Argelia, harkis (auxiliares ex musulmanes del ejército francés) y los pies Negro (partidos franceses en Argelia tras la independencia en 1962), quienes acusaron a Bouchareb de «falsificar» la historia.

La muestra de la película, que tuvo lugar bajo importantes medidas de seguridad por temor a disturbios, fue aplaudida por la prensa. Al mismo tiempo, en el exterior, un millar de activistas de extrema derecha rindieron homenaje a las víctimas francesas de la guerra de «las masacres de Sétif».

Por su parte, también en la sección oficial, Ken Loach presentó «Route Irish». El cineasta británico continúa fiel a su cine de denuncia y en este caso le toca a la «ilegal» y «monstruosa» guerra de Irak a través este filme que se centra en los mercenarios que actúan en el país con total impunidad, señaló Efe. La cinta sirve a Loach como excusa para «criticar duramente la guerra y la forma en que se puso en marcha, a partir de unas mentiras de los gobernantes de la época, que no han pagado por ello», señaló en la rueda de prensa.

Protagonizada por Mark Womack, un conocido actor de televisión que debuta en la gran pantalla, el filme cuenta cómo su personaje, Fergus, se enfrenta a la muerte de su mejor amigo, Frankie, mientras trabajaba como seguridad privada en Irak.

Bangkok y México presentes

El tailandés Apichatpong Weerasethakul presentó además «Lung Boonmee raluek chat», un filme aplaudido en su proyección pero que perdió protagonismo en la rueda de prensa ante la sencillez con la que el realizador contaba sus problemas para poder llegar al festival desde Tailandia.

La situación de Bangkok hizo que el viaje de Weerasethakul hasta la costa azul francesa fuera bastante complicado, según explicó. «Lung Boonmee raluek chat» son los recuerdos de los paisajes de su juventud, en un filme hecho a la antigua y en el que se cuentan los problemas de los pueblos, algo que tiene mucho que ver con la situación política de Tailandia. Una cinta poco comercial, pero poética y con un cine basado en la ilusión, como señaló el director.

El actor mexicano Gael García Bernal fue otra de las estrellas que visitó ayer Cannes. «Revolución», una cinta de cortometrajes presentada por un grupo de directores de cine mexicanos, expone la «versión personal» del hecho histórico revolucionario, dijo el actor y realizador García Bernal.

«De la revolución mexicana existe la versión oficial y las otras», las que denominó «personales» y para las que durante muchos años «casi no ha habido espacio», agregó el director de «Lucio», sin embargo «en esta película sí las hay», dijo.

García Bernal se mostró contrario a que sea necesario en su país una nueva «revolución», porque, señaló que «hay que recordar que fue una guerra» en la que hubo numerosos muertos. «Fue una de las guerras civiles más sangrientas», explicó. Posteriormente, destacó logros de la revolución mexicana como la creación de los sindicatos, la imposibilidad de privatizar los recursos naturales o la reforma agraria, anterior incluso a la de Rusia. «Son triunfos de la revolución», afirmó el actor, que destacó que la propuesta a diez directores de cine mexicanos para hacer sus aportaciones cinematográficas en el centenario de aquel suceso histórico «hace diez años no hubieran podido narrarse de esta manera por no contar con la actual libertad de expresión».