Ante las modificaciones y recortes que ha sufrido el proyecto de Tabakalera, Joxean Muñoz, director general del CICC, presentó ayer la dimisión de su cargo. Una decisión que no ha sorprendido, a tenor de los acontecimientos que se han desencadenado en los últimos días. En un breve comunicado que está colgado en la página web de la antigua fábrica de tabacos, Muñoz explicó los motivos que le han llevado a «bajarse» del nuevo panorama que se abre con el «redimensionamiento» al que aludía el diputado general Markel Olano. «La decisión del consejo de administración de iniciar un proceso de replanteamiento y redimensionamiento del proyecto de Tabakalera», tanto en su aspecto conceptual como arquitectónico, ha sido determinante, explicó. «Por coherencia con el proyecto que he venido defendiendo a lo largo de estos años y por compromiso con los conceptos y las ideas que hemos desarrollado, con las personas e instituciones que hemos implicado en el proceso, he decidido presentar mi dimisión».

También quiso agradecer la «confianza» que el Consejo de Administración «ha depositado en mí» a lo largo de este período. Pero «sobre todo», recordó «la entrega» y «el talento» de todo el equipo humano de Tabakalera.

No obstante, Joxean Muñoz continuará al frente de Tabakalera durante los próximos tres meses, ya que dejará sus funciones paulatinamente para propiciar «una transición ordenada». Por decisión del consejo, y de forma transitoria, la actual gerente, Miriam Anitua, efectuará las labores de coordinación. Quién sustituirá definitivamente a Joxean Muñoz al frente de Tabakalera quedará para más adelante, una figura que dependerá de cómo quede definitivamente el diseño del proyecto.

Aunque las decisiones sobre el futuro de Tabakalera se tomaron en una reunión de urgencia el jueves, éstas no se ratificaron hasta ayer por la mañana, durante la reunión que mantuvo el consejo de administración, en la que sí estaba presente Joxean Muñoz y representantes de su equipo. El ahora ex director del CICC comunicó in situ su postura a los representantes del consejo. Según hicieron público, en dicha reunión las tres instituciones reafirmaron el «compromiso» que mantienen, así como la «necesidad de llevar a cabo una reflexión conjunta para redimensionar el proyecto». Paralelamente se decidió poner en marcha la primera fase del proyecto de creación audiovisual «antes de final de año». A lo que no se hacía referencia alguna es a Arteleku, cuando precisamente la víspera se remarcó que sería la sede donde se desarrollarán éstas nuevas actividades de la «primera fase»; el centro de arte de Martutene, se convertiría, dijeron, en el corazón de la «hoja de ruta» de esta nueva etapa de Tabakalera.

«Imposible convencerlo»

Las reacciones a la dimisión de Joxean Muñoz no se hicieron esperar. «Lamento profundamente la pérdida de capital humano que supone la dimisión de Joxean Muñoz», explicó Markel Olano, diputado general de Gipuzkoa. «Lo ha hecho hasta ahora magníficamente -añadió-, pero su decisión de dejar el cargo ha sido firme». Opinó que Muñoz ha hecho un análisis de su propia coherencia «en el sentido de que la reestructuración que se aborda de aquí a final de año requiere de una nueva persona y de un nuevo perfil».

El alcalde de Donostia, Odón Elorza, por su parte, en una comparecencia que tuvo lugar en el Ayuntamiento, aseguró que el consejo trató de convencer a Muñoz de que siguiera con su labor, «pero él ha dicho que no podía o no debía continuar», detalló el primer edil. En ese sentido manifestó que «lamenta muchísimo» la dimisión del director de Tabakalera, porque ha desarrollado «una gran labor» por este proyecto.

Con las declaraciones del pasado domingo, Elorza abrió la caja de pandora, y aunque ayer admitió que la decisión «llega al límite», insistió en que es «realmente bueno» que se haya tomado ahora y no en mitad de una licitación. «El gol que se mete en el último minuto también vale, incluso aunque sea fuera de tiempo, si el árbitro lo consiente», argumentó.