Ya no es gris ni oscuro, sino alegre y colorido. No es áspero al tacto, sino suave y agradable, cual mármol italiano. No es aburrido, ni feo, sino sorprendente, pues adopta la forma más inesperada, y desempeña funciones hasta ahora relegadas al plástico, a la madera o al conglomerado. Hablamos del hormigón, un material que está viviendo una auténtica revolución. La exposición que ha organizado el Museum Cemento Rezola, en el barrio donostiarra de Añorga, «Diseños de hormigón», muestra distintas piezas y objetos creados con el denominado «cemento de última generación», un cemento brillante, suave, de un acabado perfecto, y que parece ser cualquier cosa menos hormigón. Además de todas estas características, es un material muy ligero, ágil, pero muy fuerte y resistente a la vez. Amaia Llorente, coordinadora del museo, afirma que el objetivo de la exposición es «mostrar la otra cara del cemento», el lado más desconocido.

La muestra exhibe en total veintitrés piezas decorativas de diferentes diseñadores, escultores y arquitectos, en su mayoría franceses. Llorente apunta que la utilización de este material para la fabricación de muebles está muy de moda en Europa, «sobre todo en Francia», y que por ello la mayoría de los autores seleccionados para la exposición proceden de allí, como Xiral Segard, Pierre Galons o Marie-Françoise Rouy. Por otro lado, el escultor y también diseñador de interiores italiano, Francesco Passaniti, ha presentado tres trabajos para la ocasión. Y entre tanto autor internacional un escultor vasco, el lezotarra Álvaro Ledesma, que ha presentado la mesa «Phyla». «Hemos estado dos años preparando la exposición: entre buscar información, hacer contactos y seleccionar las obras hemos necesitado tiempo. Por otro lado, hemos dedicado tiempo a buscar autores vascos, ya que era una pena no invitar a ningún artista de Euskal Herria para la ocasión», explica.

Según cuenta Llorente, contactaron con la empresa Urkia de Oiartzun, dedicada desde 1929 a crear piezas de hormigón, y que actualmente está experimentando en su propio laboratorio con el de «última generación». Llorente explica que al producir el hormigón tradicional, a éste se le añaden ciertos componentes para darle mayor resistencia y ligereza al mismo tiempo. También se inyectan pigmentos de color, si se quiere obtener, por ejemplo, un jarrón de color rosa.

Mediante Urkia, desde el museo Rezola lograron que Ledesma participara en la exposición. «Álvaro es escultor, y a su vez calderero. Todas las piezas que se hacen requieren previamente de un molde de hierro, y de eso se encarga Ledesma», aclara Maialen Suberbiola, desde Urkia. «Esta mesa -prosigue-, contradice a las características del cemento habitual. Mientras que el hormigón de siempre es pesado, áspero y estéticamente no tiene nada especial, ésta es agradable, bonita, y ágil; parece que se suspende sobre las barras de hierro que emulan a la hierba».

«Construí una mesa porque la exposición se basa en la creación de mobiliario urbano y de interiores», aclara Ledesma. «Y las barras verdes -añade-, las hice no sólo por la simple idea de sugerir el césped. La idea parte de la intención de dar una sensación liviana al concepto que tenemos del hormigón. Suspendiendo la placa de hormigón, hace que ésta parezca ligera».

No todo está en la fachada

Las revistas europeas más punteras en decoración ya se han hecho eco del nuevo cemento. Tal y como comenta Suberbiola, en las tiendas más caras de París, como Yves Saint Laurent, han comenzado a decorar el interior con mobiliario fabricado con este material, como lámparas, armarios o mesas; todo con el hormigón más preciado. En la exposición se puede ver incluso un frasco de perfume masculino, creado por Thierry Bogaert, arquitecto y diseñador reconocido internacionalmente. «Él pensó en un perfume a la hora de crear con cemento. Afirma que el interior guarda una esencia urbana, protegida con esta carcasa tan peculiar», explica Llorente.

Más allá de crear elementos decorativos, es importante que también cumpla con su función. «Si, por ejemplo, hacemos una mesa -cuenta Suberbiola-, que sea bonita, claro, pero que sea resistente, fuerte, y que cumpla su función como tal». «Este tipo de proyectos son un gran reto -opina-. Aunque todavía estemos investigando en este campo, se han abierto nuevos caminos porque el abanico de posibilidades es bien amplio».

Lo realmente novedoso de este nuevo material es que el cemento ya no se limitará a las fachadas de las viviendas. El hormigón ha traspasado las paredes de nuestros hogares donde antes que tarde, desempeñarán la función más insospechada.