La sección de Toulouse de la Liga de los Derechos Humanos (LDH) se ha hecho eco de «las graves y aparentemente incomprensibles disfunciones» que acompañaron a la desaparición de Jon Anza, como lo reseñó en un comunicado hecho público el pasado jueves en la capital occitana.

La LDH tolosana recuerda que, según los datos que han salido a la luz un año después de la desaparición de Anza, éste fue recogido en el centro de la ciudad e ingresado en el Hospital Purpan el 18 de abril de 2009 y que su muerte se habría registrado el 11 de mayo.

Cuestiones sin aclarar

También hace alusión a las informaciones sobre la «precipitada salida» de varios agentes de la Guardia Civil de un hotel de Toulouse sobre esas mismas fechas. Al hilo de ello, comenta que «estas informaciones, si fueran constatadas como ciertas, obligarían a preguntarse sobre la deriva de la cooperación policial franco-española, que en ningún caso justificaría eventuales violaciones de los derechos reconocidos a todas las personas por ley».

Por todo ello, la sección de Toulouse de la Liga de los Derechos Humanos reclama a las autoridades judiciales y policiales que «realicen diligencias rigurosas con el objetivo de que las zonas oscuras que rodean este caso sean resueltas de la manera más clara y rápida, y que las circunstancias de la muerte del señor Anza sean aclaradas sin la menor ambigüedad».