El PSE dio ayer por hecho que este mismo lunes firmará un acuerdo con el PNV sobre el denominado «Plan de Convivencia» que ha elaborado Lakua con el apoyo del PP para impartir en las aulas. Desde que se conoció el documento inicial ambas formaciones han mantenido discrepancias sobre el contenido que volvieron a quedar en evidencia en las declaraciones de sus portavoces en la Cámara de Gasteiz.

José Antonio Pastor aseguró que mantendrán «vigentes los principios fundamentales y la filosofía de la deslegitimación ética, social y política del terrorismo y la violencia», además de «la defensa del Estado de Derecho, la legalidad y las instituciones democráticas como garantía de derechos» y «la centralidad de las víctimas del terrorismo como agentes fundamentales de una verdadera cultura de paz, democracia y derechos humanos entre los escolares».

Desde el PNV, Joseba Egibar, contradijo a Pastor al señalar que, en su opinión, «las víctimas no deben ser el eje vertebrador» de un plan educativo, que debe girar sobre el alumno. Asimismo, en el documento entregado por el PNV al Gobierno de López sobre la «Reformulación del Plan de Educación para la Paz y los Derechos Humanos», se destacaba que debía retirarse también toda reivindicación de las «instituciones democráticas» y de que su cuestionamiento puede llevar a posiciones «justificadoras de la violencia».

A pesar de todo, en el PSE esperan que la semana que viene el plan pueda ser aprobado por el Consejo de Gobierno y el 11 de junio llegue al Parlamento de Gasteiz.

Pastor señaló que el Gobierno de Lakua ha aceptado incorporar al texto original del plan hasta 20 aportaciones de colectivos, asociaciones y partidos, pero recalcó que el acuerdo con el PNV se deberá alcanzar sobre el documento que «mantiene el enfoque» inicial de su Ejecutivo, «y no sobre ninguna otra alternativa».

En este sentido, avanzó que si se produce un «desencuentro total» con los jeltzales, «hipótesis que no prevé, el Gobierno de Gasteiz «seguiría adelante» con su plan porque «ha recorrido un camino suficiente para que todo el mundo se sienta suficientemente representado en su literatura y en sus principios rectores». Según dijo, el «Plan de Convivencia» se incluye dentro de «un proyecto de país que debe quedar al margen de las disputas partidistas». «Nosotros vamos a poner todo de nuestra parte para llegar a un acuerdo con el PNV», añadió.

Víctimas del Estado

Sobre el texto que el PNV remitió a Lakua, en el que reclama que el proyecto recoja también la voz de las víctimas de la tortura y del Estado, Pastor afirmó que las víctimas que ofrecerán sus testimonios en las aulas son las causadas por ETA, los GAL, la Triple A y el BVE.

Según admitió, existe otro documento que recoge a víctimas de «otro tipo de violencias» pero señaló que, «hoy por hoy», no está incluido en el texto refundido sobre el que están trabajando el PSE y el PNV.

Por su parte, Egibar apuntó que todavía «quedan algunos temas que también son de nervio, de discusión de lo que es el plan, que puede ser objeto de discrepancia pactada o, si es posible de clarificación o de avance». «Estamos hablando de un documento muy importante que, a los efectos, tampoco se vota en el Parlamento vasco. Es un plan del Gobierno vasco. El que tiene la competencia para elaborar y desarrollar el plan es el Gobierno vasco, y nosotros somos un partido presente en la Cámara», indicó.

El portavoz jeltzale en Gasteiz reconoció que se han producido «avances sustanciales» en las negociaciones entre ambas formaciones, pero eludió afirmar que el acuerdo esté tan próximo como declaró Pastor.