Con el horizonte puesto en la manifestación nacional del próximo 19 de junio en Bilbo, las acciones contra el proyecto del TAV en suelo vasco no dejan de sucederse. En Zornotza, se vienen realizando distintas actividades durante esta semana, que proseguirán en la siguiente, bajo el lema ``Amaren etxea zutunik''. Ayer, varias decenas de personas se sumaron a la marcha convocada y que se trasladó hasta uno de los lugares emblemáticos de esta protesta en la zona, el caserío del barrio de Leginetxe, expropiado para llevar a cabo las obras, y donde prosigue la ocupación del mismo.

La marcha partió desde la plaza Referéndum y recorrió durante dos horas los lugares donde se llevan a cabo los trabajos de la infraestructura del TAV como Montorra o Kortederra, mostrando especialmente su solidaridad y apoyo con quienes ocupan el citado caserío desde el pasado 17 de mayo.

Durante aquel acto de protesta, los ocupantes resaltaron que «aquí estamos de nuevo los que vivimos en cuevas, los que estamos en contra del «progreso». Después de subirnos a los árboles hace unos meses, aquí estamos ocupando esta casa que pretenden derribar y de la que han sido expropiados sus vecinos para construir un viaducto que pasara por encima de toda esta zona». Este mismo viernes, los `okupas' intervinieron en el pleno del Ayuntamiento de Zornotza para reclamar la «inmediata paralización del TAV» y que la inversión que representa este proyecto en Durangaldea, más de 260 millones, se destine «a las necesidades reales de la población».

Los activistas intervinieron durante el turno de ruegos y preguntas, para insistir en que este proyecto no solucionará los problemas «a quienes usamos todos los días el transporte público para ir a trabajar o estudiar. No nos va a hacer ningún favor». Reclamaron, en base a ello, que se mejore el transporte público actual en vez de «gastar el dinero en ese tren que utilizará muy poca gente».